Informe: comercio ilícito

Control de la aviación general: las administraciones aduaneras de Argentina y Senegal explican los avances logrados en el marco del proyecto COLIBRI

29 october 2024
Por Boucar Seck, , Administración de Aduanas de Senegal and Mauricio V. Jáuregui, Jefe de la Aduana de Bahía Blanca, Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA)

La Secretaría de la OMA, con el apoyo económico de la Unión Europea (UE), ejecuta el Proyecto COLIBRI desde 2019. Su objetivo es vigilar y controlar la aviación general (AG) y luchar contra el tráfico ilícito cometido mediante la AG en América Latina y el Caribe (ALC), así como en África Occidental y Central (AOC).

AG es un término genérico que denota todas las operaciones de la aviación civil con fines que nos sean el transporte comercial (vuelos de aviación deportiva y recreativa, aviación privada, aviación de negocios y trabajo aéreo).

En las legislaciones nacionales se suele exigir que se presenten determinados documentos para que las autoridades administrativas puedan controlar los movimientos internacionales de las aeronaves de la AG. Algunos de ellos son el plan de vuelo, los documentos sobre el estado de la aeronave, los documentos sobre las mercancías transportadas y los documentos relativos a las personas a bordo y su equipaje.

Sin embargo, la aviación general no está sujeta a los mismos mecanismos de inspección aduanera o policial que la aviación comercial. Las medidas de seguridad aérea son considerablemente menos estrictas, incluso en zonas tan bien reguladas como los países europeos, lo que dificulta la capacidad de seguimiento de los vuelos. Además, en el caso de las aeronaves ligeras sólo se suelen necesitar infraestructuras rudimentarias para despegar y aterrizar. A los pilotos más experimentados les basta con un tramo de terreno llano de unos cientos de metros de largo y unas docenas de metros de ancho.

Esto significa que la AG supone una oportunidad real para la delincuencia organizada, ya que ofrece una serie de ventajas a los traficantes. Se trata de un medio de transporte discreto y rápido que puede recurrir a aeródromos más pequeños, en los que a menudo no hay fuerzas y cuerpos de seguridad.

El equipo del proyecto COLIBRI quiere fortalecer la capacidad de vigilancia y control en este tipo de transporte, para lo cual trabaja con cada país socio a fin de:

  • evaluar las necesidades, identificar a los equipos y formarlos en recopilación de información y en técnicas de detección e inspección de aeronaves en tránsito en aeropuertos internacionales, así como en pequeños aeródromos, e incluso en la detección de pistas de aterrizaje clandestinas;
  • crear un sistema de comunicación operativa en tiempo real que facilite el intercambio de información a escala nacional e internacional;
  • alimentar y utilizar una base de datos geoespacial que contenga las observaciones, las entradas y los controles realizados en las aeronaves y constituya la base para el Geoportal, que es una herramienta cartográfica con la que el usuario puede visualizar en un mapa todos los datos recopilados sobre el terreno (véase el artículo publicado en octubre de 2021);
  • llevar a cabo operaciones de vigilancia y control con regularidad en las distintas regiones del proyecto para evaluar y reforzar los mecanismos utilizados.

En este artículo se recogen los comentarios operativos de los puntos focales del proyecto COLIBRI en las administraciones aduaneras de Argentina (ARCA) y Senegal. En concreto, se les pidió que explicaran el impacto del proyecto COLIBRI en lo relativo a la concienciación de los funcionarios de aduanas y otros cuerpos y fuerzas de seguridad sobre la amenaza que supone la AG, la capacidad de lucha contra el fraude y el crimen organizado transnacional, el nivel de cooperación interinstitucional e internacional y el papel de las aduanas para coordinar a las fuerzas de seguridad.

Perspectiva de Boucar Seck, Administración de Aduanas de Senegal

La Administración de Aduanas de Senegal, que es el principal órgano administrativo responsable del control de los aviones privados, pone en marcha los controles de este medio de transporte en colaboración con otros órganos administrativos a los que se solicita su intervención por diversos motivos; recibe los planes de vuelo y los permisos de aterrizaje de los servicios de control del tráfico aéreo y del Ejército del Aire, y los registros de entrada y salida de pasajeros de la policía fronteriza.

Sin embargo, la vigilancia y el control de la AG había suscitado hasta ahora muy poco interés por parte de los servicios policiales, en particular de la Administración de Aduanas, cuya principal prioridad sigue siendo la recaudación de ingresos. La situación ha cambiado gracias a la labor realizada desde 2012 junto con la Administración de Aduanas de Francia en el marco del proyecto African Wings, y posteriormente con la Secretaría de la OMA en el proyecto COLIBRI, ya que ha aumentado la concienciación sobre la magnitud de las amenazas vinculadas a la AG y las lagunas que existen en relación con los controles.

Se ha podido establecer un marco más eficaz gracias a los talleres de formación sobre el marco normativo y los métodos y técnicas de realización de los controles, las medidas de formación específicas, la disponibilidad de herramientas de comunicación seguras y, por último, la participación en operaciones policiales de gran impacto. Se han extraído numerosas enseñanzas de las interacciones con las administraciones homólogas de otros países de la región, así como de América Latina y Europa.

En concreto, gracias a las operaciones puntuales se han podido detectar vulnerabilidades en nuestras infraestructuras aeroportuarias y puntos débiles en nuestro mecanismo de control de aviones privados. Además, nuestros funcionarios se han podido familiarizar con los documentos que han de presentar las tripulaciones de estas aeronaves y han evaluado su capacidad para utilizar la información que aparece en dichos documentos. Ha quedado claro que a muchos funcionarios no es que no les gustara controlar a los aviones privados, y por eso no lo hacían, sino que les faltaban conocimientos sobre la normativa en este ámbito, así como sobre las técnicas y métodos para llevar a cabo los controles, y temían infringir las normas o incumplir sus obligaciones.

Desde el lanzamiento del proyecto COLIBRI, el número de controles efectuados en vuelos privados con destino a Senegal ha aumentado considerablemente, lo cual se ha traducido en incautaciones. Además, los controles se han ampliado a los aeródromos secundarios, siguiendo el ejemplo de Saly Portudal. Por último, la introducción de módulos de formación sobre controles en la AG en los programas de formación básica y avanzada demuestra que hay una nueva tendencia dinámica.

Aunque el objetivo principal del proyecto COLIBRI es el tráfico ilícito, hasta ahora los controles han servido para descubrir un gran número de delitos fiscales: importación de aeronaves no declaradas y fraude en la admisión temporal y el repostaje.

Los controles en la AG no sólo se han convertido en parte de las actividades cotidianas de la administración aduanera, sino que también ha aumentado su eficacia al intensificar la cooperación y el intercambio de información. Los talleres regionales y las operaciones de gran impacto organizadas en el marco del proyecto COLIBRI o al margen del mismo han supuesto una oportunidad para que los participantes establezcan contactos con personas clave.

El proyecto COLIBRI ha fomentado la cooperación entre organismos, tanto a escala nacional como internacional. Por ejemplo, al final de los talleres de la OMA en Senegal, los servicios policiales aduaneros y el servicio de control del tráfico aéreo habían creado un marco para compartir planes de vuelo y permisos de aterrizaje de vuelos privados.

Gracias al Geoportal, este espíritu de cooperación se puede traducir en intercambio de información específica. Por ejemplo, un usuario de Costa de Marfil subió un “comentario” al Geoportal con respecto a un avión; a pesar de que había serios motivos de sospecha, no había sido posible realizar un control de esta aeronave debido a que su parada técnica se había retrasado. Como estaba previsto que el avión llegara a Senegal, los funcionarios de aduanas senegaleses enviaron la consulta correspondiente al Geoportal y encontraron este “comentario”. La consecuencia fue que se llevó a cabo un control que sirvió a su vez para descubrir piezas de aeronaves que habían entrado en el territorio sin las formalidades aduaneras previas.

Toda la información relacionada con la AG tiene una vida útil relativamente corta, dado que las acciones maliciosas vinculadas a este medio de transporte son de naturaleza transitoria. En este ámbito, más que en ningún otro, “la información es un bien perecedero”. En este sentido, el Geoportal supone un medio de comunicación eficaz.

Perspectiva de Mauricio V. Jáuregui, Jefe de la Aduana de Bahía Blanca, Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA)

En un artículo publicado en junio de 2023, la Administración de Aduanas de Argentina describió cómo cooperaban entre sí los distintos organismos encargados de proteger el territorio del país. Al final del artículo, el autor subrayó la importancia de profundizar también en las relaciones entre organismos a nivel internacional, refiriéndose a la participación de la Administración de Aduanas en proyectos para promover el trabajo de colaboración internacional y el intercambio activo de información, incluyendo el Proyecto COLIBRI.

La AG es un medio de transporte rápido y discreto, y por lo tanto supone una herramienta estratégica para transportar sustancias ilegales y evitar los controles fronterizos. Tras incorporarse al Proyecto COLIBRI en 2019, la Administración de Aduanas de Argentina identificó rápidamente una serie de problemas, como el desconocimiento de los riesgos relacionados con este medio de transporte, la escasa experiencia en la realización de controles en aeronaves y la falta de información oficial y normativa específica con respecto a dichos controles.

El tráfico aéreo irregular afecta a varios países y jurisdicciones, e inmediatamente quedó claro que para dar una respuesta eficaz sería necesaria la participación de los servicios de inteligencia, las fuerzas de seguridad y las autoridades aduaneras de diferentes países. Ese es precisamente el principal punto fuerte del Proyecto COLIBRI. En él se promueve un enfoque multidisciplinar, y así se logra aumentar las sinergias entre los distintos campos de conocimiento y las capacidades de los organismos participantes, con lo que se prepara una respuesta más eficaz y completa.

Un buen ejemplo fue la operación conjunta llevada a cabo por Argentina y Uruguay en 2022. Se desarticuló una importante organización delictiva especializada en el tráfico de drogas en Sudamérica, gracias a la labor coordinada de las autoridades aduaneras de ambos países, la Gendarmería Nacional Argentina, la Fuerza Aérea Uruguaya y la Policía Nacional de Uruguay. Esto fue posible gracias al intercambio rápido de información, el análisis de riesgos y el uso de técnicas de investigación innovadora. Todo ello se logró por la cooperación dentro del proyecto COLIBRI y las herramientas que se facilitaron, es decir, el Geoportal, su aplicación móvil y la herramienta de comunicación CENcomm.

Ha habido operaciones de gran impacto, como “COLIBRI Rutilant” (enero de 2023), con las que se ha podido confirmar la eficacia de los mecanismos y métodos de trabajo establecidos. El resultado ha sido la incautación de grandes cantidades de sustancias ilegales y aeronaves utilizadas por las redes delictivas.

En el marco del proyecto COLIBRI, las administraciones aduaneras -y sus funcionarios- también desempeñan un papel de coordinación y promoción en sus respectivos países cuando trabajan y colaboran a escala internacional.

La ejecución del proyecto COLIBRI ha tenido múltiples repercusiones en todos los países de la región:

  • Las medidas de formación y fortalecimiento de capacidades en el marco del proyecto COLIBRI han servido para concienciar a los participantes sobre la gravedad del problema y fomentar una mayor cooperación entre los distintos organismos gubernamentales.
  • Gracias a que se ha dado visibilidad al problema, en algunos casos se ha puesto en marcha un proceso para revisar toda la normativa vigente en materia de control de la AG.
  • Ahora se están evaluando los procesos de control existentes para detectar posibles lagunas y proponer mejoras.
  • Las herramientas tecnológicas facilitadas en el proyecto COLIBRI han revolucionado los procesos de control y han animado a los funcionarios a adquirir nuevas competencias.

Con respecto al último de estos puntos, el uso del Geoportal ha permitido evaluar la magnitud del problema y visualizarlo de forma holística. La geolocalización ha fomentado la producción colectiva de conocimientos, ya que hace que se entienda mejor la situación regional y la distribución de las amenazas. En este sentido, cabe destacar la manera notable e inspiradora con la que la Fuerza Aérea Colombiana ha utilizado esta herramienta informática para detectar pistas clandestinas en la inaccesible región del Amazonas.

La cooperación regional en materia de formación también se ha intensificado en el marco del proyecto COLIBRI; por ejemplo, los organismos de Argentina, Uruguay y Brasil han llevado a cabo acciones conjuntas con las que han podido compartir sus experiencias y prácticas.

Se han desarrollado programas de formación especializados para responder a los retos a los que se enfrenta toda la región, y al mismo tiempo se están adaptando a las características específicas de cada país. Por ejemplo, en el caso de la Administración de Aduanas de Argentina, los programas de formación en cuestión se han integrado en el programa de estudios nacional para los funcionarios de aduanas y las fuerzas de seguridad que participan en el proyecto. Con este enfoque se han podido optimizar los recursos y los esfuerzos, y al mismo tiempo se ha potenciado el impacto de las medidas de formación, al estandarizar los procedimientos y al mejorar la tasa de detección de aeronaves sospechosas.

Para garantizar la sostenibilidad y el impacto del proyecto ha habido otro factor clave: la creación de un grupo de expertos formado por funcionarios seleccionados por cada uno de los países participantes. Estos expertos cuentan con mucha experiencia y un profundo conocimiento sobre las características específicas de sus respectivos contextos. Se encargan de que los conocimientos adquiridos durante su trabajo conjunto se transfieran al ámbito nacional. Ofrecen formación y asesoramiento a sus colegas, para así reproducir las mejores prácticas y adaptarlas a las necesidades específicas de cada país. Esto conlleva un intercambio de conocimientos, y además se está creando una red de expertos altamente cualificados y comprometidos.

Hay que destacar otro aspecto del Proyecto COLIBRI extremadamente importante: la participación de personas que representan a fiscales especializados en delitos de drogas. Desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar la eficacia y la sostenibilidad de la lucha contra el narcotráfico y otras actividades ilícitas. Estas personas contribuyen a aumentar la eficacia de los procesos penales, ya que garantizan la legalidad de las medidas, refuerzan la coordinación interinstitucional y agilizan los procedimientos judiciales. Además, su participación favorece la prevención de la delincuencia al servir de elemento disuasorio, y garantiza el respeto de los derechos humanos en todas las fases de la investigación, el procedimiento operativo y las posteriores diligencias penales.

No cabe duda de que el Proyecto COLIBRI ha sentado las bases para una cooperación regional más sólida y a más largo plazo, con las características necesarias para luchar contra la delincuencia organizada transnacional. Es de vital importancia seguir invirtiendo en tecnología y formación y reforzar los marcos jurídicos nacionales a fin de garantizar que estos esfuerzos sean sostenibles y ampliar su alcance a otras regiones del mundo.

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