Medir el comercio electrónico transfronterizo: la forma en la que la aplicación de un enfoque basado en las TIC puede propiciar una mayor precisión
31 october 2024
Por Kumar Aseem Vaibhav and Kaushik Thinnaneri Ganesan, Sistema de despacho de aduanas exprés, Agencia Tributaria de la IndiaEn este artículo se analizan tres enfoques con los que se podría medir el tamaño y el valor del comercio electrónico transfronterizo de una forma más precisa, práctica y sostenible. De este modo, los gobiernos podrían saber con más claridad cuál es su verdadera aportación a la economía.
El comercio electrónico transfronterizo se ha convertido en uno de los principales factores que impulsan el comercio internacional y en un motor clave del crecimiento económico de algunos países. Se puede comprobar con el aumento del volumen de paquetes transportados, tanto a través de los servicios postales como de los de transporte urgente. En la India, el comercio electrónico tiene una enorme importancia, ya que supone una plataforma para el sector de las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (MIPYME), ya que no sólo reduce las barreras de entrada, sino que también abre nuevos mercados, hasta ahora cerrados para los operadores más pequeños.
Dicho esto, sigue habiendo un reto que hay que afrontar: medir con precisión el tamaño y el valor de las transacciones transfronterizas de comercio electrónico. De hecho, una medición precisa del valor del comercio electrónico serviría para que los gobiernos aprovecharan mejor los beneficios de este sector, evaluaran su impacto en la economía y, en definitiva, fomentaran una toma de decisiones con conocimiento de causa, como se subraya en la Norma 15 del Marco de normas de la OMA relativo al comercio electrónico transfronterizo:
“Las administraciones aduaneras deben trabajar con las autoridades públicas pertinentes en estrecha cooperación con las partes interesadas del comercio electrónico para captar, medir, analizar y publicar con precisión las estadísticas de comercio electrónico transfronterizo de acuerdo con las normas estadísticas internacionales y la política nacional, para una toma ponderada de decisiones.”
Norma 15: Mecanismo de medición, Marco de normas de la OMA relativo al comercio electrónico transfronterizo
Una de las razones de que no haya un método global es la falta de una definición consensuada internacionalmente.
El Marco de normas describe el comercio electrónico transfronterizo de la siguiente manera:
- Pedidos, ventas, comunicaciones y, en su caso, pagos, en línea,
- Transacciones/envíos transfronterizos,
- Bienes físicos (tangibles), y
- Destinado al consumidor/comprador (de carácter comercial y no comercial).
Sin embargo, hay una gran variedad de definiciones de comercio electrónico, tanto a nivel nacional como internacional y, además, una falta de mecanismos claros para medirlo, incluso basándose en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Enfoques basados en encuestas
La mayoría de los métodos que las organizaciones internacionales han desarrollado hasta ahora se basan en encuestas. En 2023, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) publicó un documento titulado “Medición del valor del comercio electrónico”. En él se define el comercio electrónico como “las transacciones en las que se encargan bienes o servicios a través de una red informática (p. ej., Internet)”.
A fin de responder a las necesidades de los países para medir el valor del comercio electrónico, la UNCTAD recomienda realizar “encuestas a empresas en las que se pregunte sobre las ventas del comercio electrónico, encuestas a hogares en las que se pregunte sobre las compras (y a veces las ventas) del comercio electrónico”, utilizando “estadísticas oficiales sobre ventas minoristas en línea (que representan sólo una pequeña parte del comercio electrónico entre empresas y consumidores)”, y analizando “fuentes tales como los datos sobre transacciones con tarjetas de pago o los volúmenes de paquetería postal”.
En el documento también se aborda la medición del valor del comercio electrónico y se destacan dos enfoques para recopilar datos:
- Enfoque directo: se pide a las empresas que declaren un valor monetario de sus ventas de comercio electrónico. En la mayoría de los casos, se pide que estas cifras sean el equivalente a la unidad monetaria más próxima (por ejemplo, el dólar), pero en algunos cuestionarios, los encuestados han de indicar el equivalente a las mil unidades monetarias más próximas.
- Enfoque proporcional: con este enfoque se pide a los encuestados que den un valor monetario para un total relevante, como la facturación anual o los ingresos por ventas, y también que indiquen cuál es el porcentaje de ese total procedente de las ventas de comercio electrónico. Estos elementos se utilizan conjuntamente para hacer una estimación de los ingresos por comercio electrónico de la empresa encuestada.
Esta metodología depende de las respuestas de las partes interesadas, como las empresas, lo que hace que la responsabilidad de garantizar un nivel aceptable de precisión en el método de encuesta recaiga sobre los encuestadores. No sólo se basa en las respuestas que den los encuestados, también hay que extrapolar las cifras de acuerdo con un conjunto de muestras de encuestados. Todo ello deja muy abierta la posibilidad de que se reduzca la calidad de los datos.
Los enfoques basados en encuestas son también los principales métodos descritos en The Handbook on Measuring Digital Trade (Manual para la medición del comercio digital), que se publicó en 2023 y que fue fruto de la colaboración entre el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la UNCTAD y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Propuestas para una medición precisa
Hoy hay muchas administraciones aduaneras que han automatizado gran parte de sus procesos, no sólo gracias al desarrollo de las tecnologías, sino también porque la OMA se ha esforzado muchísimo por difundirlas. Hay muchos procesos aduaneros, como la presentación de manifiestos o de declaraciones, que se pueden realizar electrónicamente, mediante SIDUNEA o aplicaciones informáticas a medida.
En este contexto, hay tres grandes corrientes de métodos para medir el comercio electrónico transfronterizo que son dignas de consideración. A continuación se analizan en detalle, junto con las ventajas e inconvenientes de cada enfoque.
Enfoque basado en las transacciones
En el enfoque basado en las transacciones, cada declaración aduanera, ya sea de importación o de exportación, se clasifica como de comercio electrónico o no, de acuerdo con un conjunto de normas configuradas en el sistema informático. Las normas tendrían que regirse por cómo se definan los términos “comercio electrónico transfronterizo” o “comercio electrónico” en la legislación del país. Por ejemplo, se puede considerar comercio electrónico el movimiento de mercancías de una empresa a un transportista de una entidad gubernamental a través de un operador de mensajería o correos.
Ventajas: con este enfoque se puede garantizar un máximo nivel de precisión al medir los datos de comercio electrónico, ya que depende totalmente del sistema. Los cambios en las políticas también se pueden abordar de acuerdo con el sistema.
Inconvenientes: lo negativo es que este enfoque supondría clasificar cada transacción de acuerdo con muchos factores, incluyendo la identificación del comprador y del vendedor (es decir, importador y exportador) como empresa, consumidor, gobierno, etc. Y, sobre todo, primero habría que asegurarse de que la transacción se realizó a través de una plataforma en línea, pidiendo por ejemplo al importador/exportador que declare que así fue. Con este enfoque se crearía un nuevo conjunto de campos de datos o más propiedades para los campos de datos existentes, pero también es probable que supusiera más gastos generales en el sistema y afectara a la velocidad de procesamiento de cada declaración en el mismo.
Enfoque basado en la autodeclaración
El enfoque de la autodeclaración supone una mejora con respecto al enfoque de la encuesta, ya que se pide al importador/exportador que indique en la declaración aduanera que la transacción se ajusta a la definición de comercio electrónico marcando una simple casilla de verificación, sin que tenga que aportar más información. Esto implica que, aunque este enfoque se base en una declaración realizada por el importador/exportador, no sería necesario llevar a cabo una encuesta o extrapolar, ya que se especificaría si cada transacción es o no de comercio electrónico.
Ventajas: con este enfoque la aplicación requeriría un desarrollo añadido mínimo, ya que sólo sólo haría falta una casilla de verificación más, que podría almacenarse en la base de datos como un único campo de datos adicional. Las administraciones aduaneras pueden plantearse que este campo sea obligatorio si resulta fundamental medir los datos del comercio electrónico.
Inconvenientes: este enfoque tiene dos grandes inconvenientes. En primer lugar, haría que la administración de aduanas tuviera que dictar directrices específicas sobre cuándo una transacción de importación/exportación puede calificarse como “comercio electrónico”. En segundo lugar, sería difícil garantizar la veracidad de la declaración, ya que no habría información adicional para demostrar que la transacción se ajusta a la definición de comercio electrónico.
Enfoque basado en la legislación nacional sobre el comercio electrónico
En el tercer enfoque se propone aprovechar la normativa que ya obliga a los operadores económicos a declarar su actividad como “comercio electrónico”. En la India, por ejemplo, dentro de la reforma del impuesto sobre bienes y servicios (IBS) que se puso en marcha en 2017, se definió explícitamente el término “operador de comercio electrónico“ y se exigió a las empresas que se registraron en el sistema IBS que indicaran si eran operadores de comercio electrónico. Si el sistema informático aduanero se conectara al sistema IBS, cualquier transacción de importación/exportación realizada por una empresa registrada como operador de comercio electrónico se clasificaría automáticamente como “transacción de comercio electrónico”. Un problema fundamental que podría surgir es cómo lidiar con los importadores/exportadores que no estén registrados en ninguna base de datos gubernamental. Para estas entidades se podría crear una disposición aparte sobre cómo gestionar dichas transacciones.
Ventajas: este enfoque ofrece ventajas significativas. En primer lugar, y dado que la clasificación se realiza en cada entidad, se requeriría una codificación mínima en la aplicación aduanera utilizada para presentar las declaraciones de importación/exportación, por lo que no afectraría a la velocidad de tramitación. En segundo lugar, se garantizaría la exactitud de los datos, ya que se trata de un mecanismo completamente dependiente del sistema. En tercer lugar, y esto es lo más importante, este enfoque garantizaría la armonización de las definiciones jurídicas del comercio electrónico nacional y transfronterizo. Esto contribuiría en gran medida a garantizar que las políticas económicas estén documentadas. Además, también ayudaría a acortar la distancia entre la cadena de suministro nacional e internacional de un país, y haría que el gobierno tuviera más posibilidades de formular políticas en este ámbito.
Inconvenientes: como ya se ha mencionado, el único pequeño inconveniente de este enfoque es la necesidad de dirigirse a las empresas que no están registradas en el país, pero participan en la importación y exportación de mercancías. Lo interesante es que esto puede animar a los países a tratar a estas empresas del mismo modo que a las entidades comerciales nacionales.
Conclusión
Lo que se pretende con este artículo es analizar los enfoques para medir el comercio electrónico, más allá de los que se basan en encuestas. Los enfoques descritos anteriormente no son en absoluto soluciones ideales o perfectas para medir el comercio electrónico transfronterizo. Sí suponen un intento de mejorar los enfoques de medición existentes y de lograr medir el comercio electrónico de manera específica y basándose en las TIC. También servirían para establecer vínculos entre el comercio electrónico nacional y el transfronterizo, ya que una gran parte de las transacciones en línea que los consumidores consideran nacionales conllevan un elemento transfronterizo. A su vez, esto permitiría tener una idea más clara acerca de la verdadera contribución del comercio electrónico al producto interior bruto y al empleo nacional y, por tanto, al desarrollo económico general del país.
Más información
kumaraseem.vaibhav@gov.in
kaushik.tg@gov.in