Las administraciones aduaneras de todo el mundo han informado sobre incidentes en los que grupos del crimen organizado se han puesto en contacto con sus agentes para tratar de convencerles de que hicieran un uso indebido de su poder, a fin de facilitar actividades ilícitas. Cuantas más medidas se apliquen para que el acceso a las instalaciones y a los sistemas informáticos sea seguro, más intentos habrá por parte de estos grupos de influir en el personal de aduanas, incluso mediante amenazas físicas. Las autoridades aduaneras de Países Bajos han aplicado una serie de medidas para concienciar a su personal acerca de esta cuestión, y que cuente también con los conocimientos y las competencias necesarios para decidir cómo actuar de la mejor forma en caso de encontrarse en esta situación. Estas medidas son parte de los esfuerzos por crear una cultura de la integridad sólida y son la confirmación de que nuestros agentes de aduanas son el eslabón más fuerte en la lucha contra la corrupción vinculada a la delincuencia organizada.

Los agentes recién contratados no suelen saber cómo se infiltra el crimen organizado en el sector aduanero y la cadena de acontecimientos que pueden llevar a que se produzcan amenazas (físicas). La Aduana neerlandesa se encarga de concienciar a los agentes acerca de las tácticas que utilizan los grupos del crimen organizado desde el momento en que se les contrata hasta que dimiten o se jubilan.

Todo el personal recién contratado está obligado a seguir una formación inicial durante la cual aprende los riesgos y las vulnerabilidades relacionados con la corrupción. Se explican los diversos métodos que utilizan los delincuentes, que van desde la seducción a las amenazas e incluso la violencia, así como la forma de denunciar los intentos de corrupción de modo que reciban el apoyo y la protección que necesitan. En la formación también se abordan los comportamientos de los agentes que pueden provocar que se les identifique con más facilidad y que sean más vulnerables, y lo que pueden hacer para ocultar su identidad. También se les explica cómo detectar y gestionar los conflictos morales en el lugar de trabajo y cómo comunicarse de manera eficaz en situaciones de vulnerabilidad.

Durante la formación se suelen utilizar las escenificaciones para simular interacciones entre los agentes de aduanas y los grupos del crimen organizado, a fin de que los agentes comprendan mejor los riesgos y las amenazas y puedan aprender las formas adecuadas de reaccionar en situaciones difíciles.

La Administración de Aduanas fue incluso un poco más allá. Aprovechó la experiencia de sus propios agentes y colaboró con un grupo de teatro profesional para escribir una obra que narra la historia de un agente que, en el transcurso de sus actividades cotidianas, se enfrenta a una serie de amenazas, incluidas las de un grupo del crimen organizado. La representación tuvo lugar en un teatro para asegurarse de que el trabajo no distrajera a los agentes, ni hubiera interrupciones mientras veían el espectáculo.

Para que el guion fuera realista, los guionistas visitaron a agentes en activo y a muchos de ellos les preguntaron por su trabajo. El resultado fue que lograron reflejar la cultura de las aduanas con tanta fidelidad que algunos agentes pensaban que los actores en el escenario eran sus compañeros de trabajo.

Los empleados de toda la organización tenían la obligación de asistir a la representación, ya que se trataba de que los agentes tuvieran una experiencia común de la que pudieran hablar con todos sus colegas. Justo después del espectáculo, se les pidió que participaran en una reunión para hablar de lo que habían visto, de qué manera reflejaba su situación personal y qué se podía hacer para mejorar la integridad dentro de la organización. En los debates se subrayó la importancia de crear un entorno de trabajo en el que los agentes reciban orientación y apoyo claros por parte de la administración, se comprometan con su trabajo y se sientan responsables. Al mismo tiempo, han de poder mejorar sus conocimientos y establecer verdaderos vínculos con sus colegas. Los agentes también destacaron el hecho de que al ser honestos y francos acerca de la realidad a la que se enfrentan, se logra que la organización en su conjunto sea más fuerte y resiliente.

La escenificación también se utilizó para desarrollar un curso de aprendizaje electrónico centrado en la protección contra los delincuentes. Este curso también es obligatorio, y se basa en hechos reales. En él se presentan cuatro métodos diferentes que utilizan los delincuentes para ponerse en contacto con los agentes de aduanas, y destaca las vulnerabilidades que aprovechan.

A los directivos se les pide que hablen con su equipo sobre la integridad, la corrupción y las vulnerabilidades, y se ha preparado un conjunto de herramientas para ayudarles a iniciar una conversación constructiva sobre estos temas. Se incluyen plantillas de muchos tipos, con una lista de guías de debate que se pueden utilizar para suscitar conversaciones individuales o en grupo. Una de las preguntas sobre el riesgo que suponen los grupos criminales es “¿Qué hace que usted, como agente y como persona, resulte interesante para los delincuentes?” En un grupo se puede pedir a los participantes que escriban todas las respuestas que puedan en dos minutos, y luego que las comparen y las debatan. Se puede añadir un elemento lúdico a este ejercicio, como pedir a los participantes que adivinen de antemano el número de posibles respuestas distintas.

Las infracciones graves de integridad se comunican a los miembros del personal mediante una breve descripción del caso con información anónima. Se anima a los directivos a debatir los casos con su personal, para que puedan aprender a reconocer y prevenir nuevas violaciones. Aquí también se han preparado algunas preguntas para ayudar a los directivos a debatir el caso con su personal. Estas fueron algunas de ellas: “¿Cómo reaccionaría si se viera envuelto en esta situación?”, “En esas circunstancias, ¿habría sabido cuál era la mejor forma de actuar?”, “¿Qué podría haber mejorado la situación?”, “¿Piensa que el agente implicado debería haber informado de la situación?” y “¿Cómo debería haberlo hecho y en qué momento?”

Además de conseguir que todos los agentes sepan reconocer las situaciones de vulnerabilidad y reaccionar ante ellas, trabajamos con profesionales para ayudar a decidir qué se debe o se puede hacer en una situación específica, e impartimos formación a los agentes para ayudarles a identificar, articular y gestionar los dilemas morales que suelen surgir en su entorno laboral.

Si los agentes tienen problemas de seguridad al realizar su trabajo, colaboramos con ellos y con la policía para aplicar medidas de protección. Las amenazas de los delincuentes pueden ser muy intimidatorias, y es posible que también haya que proteger el entorno familiar de los agentes.

Por último, brindamos a los agentes la posibilidad de recibir el apoyo de compañeros que tienen una formación especial (pueden intervenir personas de su confianza o se puede crear un equipo de apoyo de colegas) o de profesionales tales como trabajadores sociales, médicos o psicólogos.

Más información
Póngase en contacto con la Oficina de Seguridad e Integridad de la Aduana neerlandesa