La plantilla de la Autoridad Fiscal de Ghana (GRA, por sus siglas en inglés) está muy sindicalizada. Un 69,24 % de los empleados está afiliado al Sindicato de Trabajadores de la GRA (GRAWU, por sus siglas en inglés), que se creó en 2012. Los miembros del sindicato están presentes en las tres divisiones de la GRA, es decir, la División de Aduanas, la División Nacional de Ingresos Fiscales y la División de Servicios de Apoyo.
A lo largo de los años, el equipo directivo de la GRA y el GRAWU han desarrollado una buena relación de trabajo basada en la confianza y el respeto mutuos, así como en una mentalidad honesta y constructiva. Han colaborado en numerosos proyectos, incluyendo iniciativas para la lucha contra la corrupción y la promoción de la integridad dentro de la organización. En este artículo, la GRA subraya las ventajas que aporta esta colaboración y los retos que surgen, así como las condiciones para que sea un éxito.
La Ley del Trabajo de Ghana de 2003 (Ley 651) contiene una serie de disposiciones sobre la negociación colectiva, incluyendo lo relativo a la expedición de certificados de negociación colectiva para que los sindicatos tengan derecho a entablar negociaciones con los empleadores. El GRAWU es titular de un certificado que le permite liderar todas las cuestiones laborales en nombre del personal sindicalizado y no sindicalizado de la GRA, lo que supone más de 7.000 personas.
Cada cuatro años se elige a catorce directivos nacionales para dirigir el sindicato, y hay ocho trabajadores permanentes que, bajo su dirección, se encargan de las tareas diarias de la Secretaría Nacional del sindicato. Entre ellos se incluyen un administrador, un responsable de contabilidad, un responsable de asuntos sociales, un conserje y dos agentes de seguridad. También hay directivos locales, regionales y de zona que trabajan en sus oficinas por todo el país.
Se convocan reuniones en las que el GRAWU consulta al personal de la GRA y la comunicación tiene lugar a través de circulares que se envían por correo electrónico corporativo y que se publican en los tablones de anuncios de las distintas oficinas, así como en el sitio web del sindicato. Los empleados de la GRA pueden ponerse en contacto con los representantes sindicales por correo electrónico, a través de las cuentas de las redes sociales del GRAWU, por teléfono o incluso acudiendo en persona a la sede de la Secretaría del GRAWU, situada en la capital, Accra.
Participación en las cuestiones de integridad
La Dirección de la GRA y la Unidad de Asuntos Internos involucran al sindicato de trabajadores en una serie de actividades.
Preparación y actualización del Código de ética y conducta
El Sindicato de Trabajadores ha participado en la elaboración del Código de ética y conducta (CoEC) desde que la iniciativa empezó en 2009. También se unió al comité creado para actualizarlo en 2018. Uno de los principales cambios que defendió fue la armonización de la sección sobre sanciones del CoEC con la disposición disciplinaria del convenio colectivo (CC), que es el acuerdo vinculante entre el personal y la Dirección.
Cuando la Unidad de Asuntos Internos del Departamento de Ética y Buen Gobierno investiga a un miembro del personal, se emite un informe y se envía al equipo directivo. El Departamento de Recursos Humanos podrá crear un comité disciplinario, dependiendo de las conclusiones y/o recomendaciones del informe. Durante las audiencias del comité disciplinario tiene que estar presente un representante del Sindicato de Trabajadores, a fin de comprobar que se han respetado los procedimientos durante la investigación, que el empleado ha tenido acceso a una audiencia imparcial y que las sanciones, si se aplican, son razonables y proporcionales a la infracción cometida.
Medición y gestión del desempeño
En 2022, la GRA puso en marcha un sistema de gestión del desempeño (PMS, por sus siglas en inglés) de 360 grados para evaluar el desempeño y la productividad de los trabajadores, y a la vez les ofrecía oportunidades de orientación y asesoramiento y la posibilidad de dar su opinión. Además, se pidió a los supervisores que se comunicaran con sus empleados de una manera más abierta y transparente, y se galardonó con premios o menciones en actos públicos al personal que había demostrado su compromiso con la integridad y la ética.
El GRAWU colabora con el equipo directivo de la GRA a fin de lograr la equidad, la transparencia y la coherencia en la evaluación del desempeño mediante el PMS. También ayuda a los empleados a comprender y cumplir las políticas de desempeño, y al mismo tiempo participa en la resolución de quejas relacionadas con el PMS.
La GRA está preparando una estrategia de integridad que supondrá el marco para su plan de acción de integridad. Se ha creado un equipo llamado “FIT for Integrity” que se encargará de este proyecto. Algunos de sus miembros son representantes del GRAWU. Gracias a que tienen experiencia en el trabajo con el personal, están en disposición de sugerir o apoyar medidas que consideren viables y oponerse a aquellas que consideren que no lo son.
Por ejemplo, cuando se sugirió que se incluyeran auditorías de estilo de vida en la estrategia, los representantes sindicales señalaron que había otras medidas que serían más fáciles de aplicar, y que podría resultar prudente centrarse primero en ese tipo de soluciones. Tras una larga deliberación, el equipo acordó dejar en un segundo plano las auditorías de estilo de vida por el momento.
Mecanismo confidencial de denuncias
La División de Aduanas de la GRA ha estado trabajando con la Iniciativa de Ghana para la Integridad (el Capítulo local de Transparencia Internacional) para crear un mecanismo confidencial de denuncias con el que los ciudadanos podrán informar sobre casos de soborno y corrupción. El indicato de Trabajadores debería participar en el proyecto cuando esté completamente establecido.
En 2020, la GRA introdujo un programa de denuncias de irregularidades, con incentivos económicos para las personas que ayuden a desenmascarar a quienes no pagan sus impuestos. El equipo Fit for Integrity ha estado defendiendo que se desarrolle una política de puesta en marcha de dicho programa para la GRA, y el Sindicato de Trabajadores participará en esta labor una vez que se apruebe.
El personal de la División de Aduanas de la GRA cuenta con su propia asociación, con el nombre de Asociación del personal de aduanas (CSA, por sus siglas en inglés). Se encarga de fomentar que haya constantes ocasiones para el fortalecimiento de capacidades, la disciplina y el espíritu de equipo, abordar los retos a los que se enfrentan los miembros, tender puentes entre el personal de categoría inferior, superior y directivo, y promover el establecimiento de contactos y la colaboración entre los miembros mediante actividades sociales. Aunque la Asociación no tiene un certificado de negociación colectiva, está representada en el equipo “FIT for Integrity”.
La relación entre el Sindicato de Trabajadores de la GRA y la CSA es tensa. Esta última señala que la Aduana es un grupo paramilitar de la Autoridad y, por lo tanto, la ley no respalda su sindicalización. Hace unos años, solicitó al Tribunal Superior de Justicia del país que dictara que todos los agentes de aduanas miembros del GRAWU retiraran su afiliación. El Tribunal aún no se ha pronunciado.
A pesar de la disputa que tiene lugar entre las dos partes, ambas se reúnen para debatir medidas que pueden influir en el bienestar de los agentes de aduanas y del personal de la GRA en general. El Sindicato de Trabajadores de la GRA presenta después a la autoridad competente las opiniones y las decisiones tomadas por consenso.
Si se involucra a los sindicatos del personal en la lucha contra la corrupción y en la promoción de la integridad, todas las partes interesadas salen ganando. El equipo directivo de la GRA puede así lograr que el personal entienda y acepte mejor las reformas; se abren oportunidades para que el Sindicato de Trabajadores refuerce su papel y aumente su credibilidad; se dan garantías a los empleados en materia de transparencia y equidad, y se les brinda apoyo y protección; y se ayuda a los operadores comerciales a prevenir o reducir las prácticas ilegales y a ofrecer una mejor calidad de servicio.
A continuación, se ofrecen algunas de las enseñanzas extraídas durante el proceso.
Es probable que haya desacuerdos y bloqueos
El trabajo en equipo es uno de los cinco valores principales de la GRA, junto con la equidad, la integridad, la capacidad de respuesta y el servicio. Como reza el proverbio africano, “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.” Estas palabras tienen un profundo impacto en toda la Autoridad. Las conversaciones entre los representantes del Sindicato de Trabajadores y la Dirección de la GRA pueden ser complicadas, pero todo el esfuerzo merece la pena, ya que han dado lugar a soluciones más innovadoras y decisiones más justas.
Hay que empezar con lo que ya se tiene e ir mejorando poco a poco
El Código de ética y conducta, que entró en vigor en 2009, fue una novedad para la GRA. Se pidió que todas las partes implicadas en su elaboración y revisión identificaran las carencias y los aspectos que se podrían mejorar. Tras nueve años, se ha publicado una primera actualización y se está llevando a cabo un nuevo ciclo de revisión.
Es fundamental involucrar a los sindicatos en el momento oportuno
Siempre existe el riesgo de que los representantes sindicales rechacen los cambios en las prácticas existentes o las nuevas políticas si los ven como una amenaza para los intereses del personal. Dado el peso que tienen, pueden influir en los demás y convencerles de que también se opongan a los cambios positivos. Por lo tanto, los equipos directivos deben involucrar a los sindicatos al principio del proyecto, para que participen activamente y se impliquen. Al mismo tiempo se contribuye así a generar credibilidad entre el personal y crear un impulso para el cambio.
Puede resultar difícil encontrar el equilibrio entre los diferentes intereses, manteniendo la credibilidad
El equilibrio entre intereses distintos es el proceso mediante el que se decide qué intereses opuestos deben prevalecer cuando no es posible responder plenamente a todos ellos. A lo largo de los años, el equipo directivo de la GRA y el GRAWU han establecido una buena relación de trabajo, y la mayoría de las iniciativas de la Dirección cuenta con el apoyo del Sindicato de Trabajadores. Sin embargo, es posible que los trabajadores tengan una opinión negativa sobre esta confluencia, y que acusen a los delegados sindicales de estar en connivencia con la Dirección. Ello puede suponer que los delegados sindicales teman represalias, acoso y/o intimidación. Para abordar y disipar estos temores, cada una de las partes ha de garantizar que vela por los intereses de la otra (personal y Dirección), tal y como se acordó en el convenio colectivo, y que nadie tolerará actos de represalia de ninguna índole. Además, es necesario recordarles a todos que la ley está de su parte siempre que sigan el camino correcto en la promoción de la integridad y la lucha contra la corrupción.
Tener una relación sólida ayuda a conseguir apoyo externo
La GRA y el GRAWU cuentan con recursos limitados para los esfuerzos de lucha contra la corrupción. Una vez establecida una buena relación de trabajo, ambas partes pueden colaborar para obtener el apoyo de los donantes y las organizaciones internacionales. Tanto el Sindicato de Trabajadores como la Dirección demuestran tener buena voluntad, respeto y confianza, y coinciden en la necesidad de luchar contra la corrupción y promover la integridad. De este modo pueden trabajar juntos a fin de obtener la ayuda y el apoyo necesarios para las estrategias que preparen con este fin.
La experiencia de Ghana demuestra que no solo resulta posible involucrar a los sindicatos del personal en las estrategias de las aduanas en materia de integridad, sino que también es deseable, siempre que se establezca un marco de buena gobernanza. El reto consiste en pasar de una lógica de desconfianza a una cooperación y colaboración constructivas, persiguiendo objetivos comunes. A fin de cuentas, involucrar a los sindicatos del personal en la lucha contra la corrupción no es solo un imperativo moral, sino una necesidad estratégica para las administraciones aduaneras. Al asociarse con los sindicatos del personal, los equipos directivos pueden aprovechar su experiencia, influencia y alcance para promover la integridad, prevenir la corrupción y construir una organización con una mayor transparencia y rendición de cuentas.
La GRA anima a las administraciones aduaneras a institucionalizar este tipo de diálogo social con los representantes de los empleados, para que sea una herramienta sostenible que fortalezca la cultura de la integridad dentro de su organización. Nos esforzamos por crear administraciones más eficaces y eficientes, y para eso es fundamental involucrar en el proceso a los sindicatos del personal. Es obvio que la lucha contra la corrupción en las administraciones aduaneras requiere un esfuerzo colectivo, que incluya la participación de los sindicatos del personal. Al trabajar juntos, podemos promover una cultura de la integridad, la transparencia y la responsabilidad, garantizando que las administraciones aduaneras sirvan al interés público y contribuyan a un entorno comercial justo y eficiente y, en definitiva, a una sociedad más próspera y más justa.
