En octubre de 2024, la Aduana de Hong Kong concedió el premio Elite Enterprise Partnership Award a 18 empresas de los sectores de la logística y la propiedad intelectual por haber cooperado activamente con la administración aduanera. En esta tercera edición de la iniciativa hubo cuatro galardonados que han recibido el premio durante tres años consecutivos. Esto demuestra su compromiso inquebrantable, ya que participan en acciones de control (como operaciones de entrega controlada), ofrecen información y asistencia de gran valor para la detección de delitos relacionados con las aduanas, y/o prestan un apoyo excepcional facilitando las actividades de las aduanas.

Muchas de las empresas premiadas han implementado sistemas de seguimiento sofisticados que proporcionan información sobre sus envíos en tiempo real. La información proporcionada se coteja con los manifiestos de envío y el historial de las pautas comerciales. Las autoridades aduaneras pueden identificar así posibles riesgos y seleccionar las inspecciones con más eficacia

Refuerzo de la seguridad

Con el premio también se reconoce la labor de las empresas que cumplen con altos estándares de seguridad, incluyendo la implementación de estrictos controles de acceso a las zonas de almacenamiento de carga y el recurso a expertos externos para realizar auditorías de seguridad periódicas con las que se identifican las vulnerabilidades. Las empresas galardonadas también participaron activamente en los programas de formación adaptados de la Aduana de Hong Kong, con los que sus empleados pueden identificar posibles riesgos y denunciar actividades sospechosas, fomentando así una cultura de vigilancia y rendición de cuentas. Por último, algunas de estas empresas apoyaron las operaciones de entregas controladas organizadas por las aduanas.

Se han logrado resultados significativos gracias a la colaboración con los socios del sector privado. Por ejemplo, a petición de las aduanas, el operador de una terminal de carga facilitó rápidamente datos cruciales sobre algunos contenedores y ayudó a las aduanas a seguir su movimiento. Esto hizo que los aduaneros pudieran detener una gran operación de contrabando en la que estaba implicado un buque. El apoyo in situ brindado por el operador también agilizó la investigación y facilitó la recopilación de pruebas. La colaboración contribuyó en gran medida a que se incautaran mercancías de contrabando por un valor récord de 1.500 millones de dólares de Hong Kong (HKD). Entre ellas había productos electrónicos, ingredientes alimentarios de alto valor, vinos de mesa, discos musicales y especies animales en peligro de extinción. Estas mercancías se transportaban en 15 contenedores declarados como cajas de pulpa de madera.