Panorama

Fortalecimiento de las capacidades analíticas en la región Asia-Pacífico: la opinión de una participante sobre la última iniciativa de la OMA

23 junio 2025
Por Diva Tri Prasetya, Analista principal de información, Dirección de lucha contra el tráfico de estupefacientes, Dirección General de Aduanas y Gravámenes, Indonesia

El Programa de la OMA destinado a los profesionales de los datos y de la información de la región Asia-Pacífico es una nueva iniciativa encabezada por la Secretaría de la OMA en estrecha colaboración con la Oficina Regional de Enlace de Inteligencia para Asia –Pacífico (RILO A/P, por sus siglas en inglés), que cuenta con la financiación de la Aduana de Japón.  Este programa tiene por objetivo ayudar a los analistas aduaneros de la región Asia –Pacífico a conocer mejor las herramientas de análisis de datos, sus recursos y técnicas, permitiéndoles así a la creación de una red sólida junto con sus homólogos en la región.  En el presente artículo, una de las primeras participantes en dicho programa comparte su experiencia.

Trabajo en la Dirección General de Aduanas y Gravámenes de Indonesia desde 2018 y actualmente ejerzo mi cargo en la Dirección de lucha contra el tráfico de estupefacientes, ubicada en la sede central de la Aduana.  En enero de 2025, participé en la primera edición del Programa destinado a los profesionales de los datos y de la información de la región Asia-Pacífico.  Aspiraba a conocer mejor las operaciones de gestión de riesgos realizadas en otros países, las actividades de las RILO A/P, y las herramientas elaboradas por la OMA con el fin de reforzar las capacidades analíticas de las aduanas.  Además de cumplir estas expectativas, el programa me proporcionó una nueva visión sobre el modo en que la colaboración internacional puede contribuir a combatir la circulación ilícita de mercancías, y me infundió además una sensación de mayor optimismo y confianza en mis capacidades.

Aprovechar al máximo la Red aduanera de la OMA para la Fiscalización (CEN)

El programa se inició con una fase de formación intensiva en línea, haciendo especial hincapié en dos aplicaciones de la OMA, a saber, la Red aduanera para la Fiscalización (CEN) y la Plataforma de comunicación de la Red aduanera para la Fiscalización (CENcomm).

El CEN es un repositorio mundial centralizado de información relacionada con la fiscalización. Los participantes aprendimos el modo de utilizarlo para elaborar análisis e inteligencia valiosos a efectos operativos.  También nos familiarizamos con las técnicas de limpieza de datos y con la creación de paneles analíticos mediante el uso de Microsoft Excel y Power BI.

Comprender el funcionamiento de la CEN, nos permitió reconocer su enorme potencial como fuente de información capaz de adaptarse y satisfacer las necesidades analíticas de cada Administración de Aduanas.  Para generar tendencias regionales representativas, es esencial que los Miembros de la OMA se comprometan a introducir datos en la plataforma CEN de forma regular y continuada.

La Aduana de Indonesia mantiene una base de datos nacional especializada en la lucha contra el tráfico de estupefacientes y, como parte de su compromiso de mejorar la cooperación regional en materia de información, trabaja actualmente para mejorar la calidad y la coherencia de los datos introducidos en la CEN.

Inmersión en el terreno en Japón : aprendizaje mediante la práctica y la creación de redes

Author is the second from the right

A finales de febrero, viajé a Japón para reunirme con los otros dos participantes en el programa y pasé cuatro semanas en la sede de las RILO A/P en Tokyo.  Aprendimos el modo en que las RILO impulsan la colaboración intergubernamental en toda la región Asia-Pacífico, facilitando el intercambio transfronterizo de información, emitiendo alertas de información y coordinando las operaciones de fiscalización, además de divulgar periódicamente informes y análisis a través de los Punto de contacto nacionales (PCN).

También nos familiarizamos con el uso de la inteligencia de fuentes abiertas (OSINT).  Al combinar la OSINT con técnicas de visualización de datos, aprendimos a elaborar oportunamente información procesable para las operaciones sobre el terreno.  El valor de esta información aumenta considerablemente cuando se complementa con datos estructurados procedentes de la CEN, lo que demuestra su enorme potencial como fuente de datos para el seguimiento de las tendencias regionales en el futuro.

Entablamos asimismo un provechoso diálogo con los funcionarios del Centro Nacional de Inteligencia y Selección de objetivos (NITC, por sus siglas en inglés) de la Aduana de Japón que nos ayudó a comprender mejor la estructura organizativa y las estrategias de gestión de riesgos de esta Administración.  Debatimos la situación y el campo de aplicación de la normativa en nuestros respectivos países, lo que nos ayudó a descubrir áreas susceptibles de mejora.

El debate sobre las tendencias actuales en materia de mercancías ilícitas, concretamente de estupefacientes, nos brindó la ocasión de situar nuestros propios retos nacionales en un contexto regional más amplio.  Esta experiencia nos permitió visualizar los flujos del tráfico e identificar las amenazas emergentes, y puso abiertamente de manifiesto el valor de la cooperación.

Participamos activamente en diversas actividades organizadas por las RILO A/P, incluida la redacción de alertas RILO.  La realización de estas tareas mejoró nuestra comprensión de los datos de origen, el proceso de análisis de tendencias y el modo en que se elaboran y divulgan los productos relacionados con la inteligencia en toda la región.  La experiencia práctica nos enseñó igualmente a utilizar estas alertas sobre el terreno del mejor modo posible.

Visitamos también la Oficina Regional de Aduanas de Japón, en Kobe, que es la encargada de supervisar 31 oficinas locales que cuentan con aproximadamente 1.000 empleados y que se hallan repartidas en7.100 km de costa.  Gracias a los debates activos entablados con los funcionarios de la Aduana de Kobe y a las visitas sobre el terreno, pudimos obtener una visión completa de las operaciones de vigilancia de las importaciones.

La colaboración con los funcionarios de primera línea nos proporcionó una visión completa de los procesos operativos y los patrones de fiscalización utilizados en el puerto.  Nos llamó especialmente la atención la insistencia de Japón en la defensa de los derechos de propiedad intelectual (DPI).  La Aduana de Japón es pionera en la región en este ámbito y su marco normativo en materia de DPI podría servir de modelo para muchos países, incluidos los participantes en este programa.

Por último, asistimos a la reunión de los Agregados encargados de los asuntos aduaneros en las embajadas extranjeras en Tokio.  Esta ocasión nos permitió ampliar considerablemente nuestras redes profesionales y abrió posibilidades para la colaboración y el intercambio de conocimientos técnicos en un futuro.

Repercusiones del programa y camino a seguir  

Al regresar a nuestras respectivas administraciones, se nos animó a aplicar los conocimientos y las herramientas adquiridos durante el programa.  En presencia de nuestro equipo directivo y de algunos de mis colegas expuse las principales conclusiones extraídas del programa.  Posteriormente, se entabló un debate sobre el modo de plasmar los conocimientos adquiridos en estrategias concretas que mejoraran los procesos de inteligencia y las medidas de fiscalización.  El uso de Google Alerts para recopilar datos de fuentes abiertas demostró ser una aplicación práctica de gran utilidad para nosotros.  También examinamos las diversas formas de maximizar el uso analítico de los datos de la CEN dentro de nuestro marco nacional.

La participación en este programa me resultó altamente provechosa.  Advertí que, en el contexto de la cooperación internacional, la comunicación estratégica y la confianza son decisivas.  Antes de participar en este programa, mi visión de la inteligencia aduanera era fundamentalmente nacional, centrada en la eficacia operativa y en los resultados en materia de fiscalización.  Gracias a la interacción con colegas de otros países pude constatar que el hecho de compartir datos e información, incluso si son parciales o anecdóticos, encierra un valor añadido.  Esta experiencia reforzó mi convicción de que la transparencia y la colaboración oportuna, incluso en el caso de datos a pequeña escala, pueden tener un impacto significativo.  Mi idea de la coordinación nacional y de la cooperación transfronteriza se seguirá haciendo eco de este cambio de perspectiva.

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