La gestión de riesgos en el comercio electrónico: el caso de la Aduana de Burkina Faso
25 junio 2024
Por la Administración de Aduanas de Burkina Faso
La OMA define el comercio electrónico transfronterizo como “el conjunto de transacciones que se realizan digitalmente a través de una red informática (por ejemplo, Internet) y que conllevan el movimiento físico de mercancías, sujeto a trámites aduaneros”.[1]. Cuando la aduana de Burkina Faso, al igual que muchas administraciones, habla de los envíos de comercio electrónico transfronterizos, se refiere a los envíos transportados por el operador postal nacional y los servicios de mensajería rápida. En este artículo explica su dispositivo de control de este flujo comercial.
Datos electrónicos
Los paquetes importados están sujetos a derechos e impuestos aduaneros, excepto cuando el valor de la mercancía sea inferior a 100 dólares estadounidenses (este umbral de minimis aplicado en Burkina Faso se basa, en la práctica, en la Hoja de ruta para mejorar la conectividad de la cadena de suministro y establecer un valor de minimis básico (Pathfinder to Enhance Supply Chain Connectivity by Establishing a Baseline De Minimis Value) aprobada en 2011 por los líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Sin embargo, los importadores suelen reducir el valor de las mercancías para quedar por debajo de este umbral, y a menudo las mercancías se venden a precios exorbitantes en el mercado nacional. Es es el caso, por ejemplo, de los teléfonos móviles y los productos cosméticos.
La Aduana ha creado oficinas de Control Postal Aduanero (CPA) en Uagadugú y Bobo Dioulasso, la segunda ciudad del país. El objetivo es combatir el tráfico ilícito y la infravaloración. Estas oficinas se encargan de la gestión de riesgos y reciben los datos electrónicos sobre los envíos de la Poste BF[1] y de las empresas de mensajería rápida que trabajan en el territorio nacional (DHL, CHRONOPOST, FEDEX, SAGA, y UPS principalmente).
Desde 2017, las empresas de mensajería rápida comunican la lista de paquetes con destino a Burkina Faso antes de su llegada o salida, tanto por vía electrónica como en papel, y se encargan de llevar a cabo los trámites aduaneros para sus clientes.
El intercambio de datos con la Poste BF, el operador público de servicios postales, se lleva a cabo desde 2015 mediante el sistema electrónico de declaración en aduana (CDS en sus siglas en inglés) desarrollado por el Centro de Tecnología Postal de la UPU a partir del sistema EDI de mensajes entre aduanas y servicios postales de la OMA/UPU. El CDS posibilita que los operadores postales conectados a la plataforma puedan intercambiar información sobre los paquetes enviados e interactuar con las autoridades aduaneras. La aduana lleva a cabo un análisis de riesgos basado en la información enviada por los operadores postales extranjeros que disponen del sistema. En éste hay dos tipos de mensajes electrónicos. El primero sustituye a los documentos utilizados para la declaración en aduana. El segundo, devuelto por la aduana, indica si se ha de retener un paquete para ser inspeccionado. Este mensaje también puede incluir otros datos, como el importe de los derechos e impuestos que debe pagar el remitente según un acuerdo específico entre el operador designado y la Aduana. De este modo, la Poste BF puede recuperar los derechos e impuestos aduaneros y reembolsarlos al Gobierno de Burkina Faso; de lo contrario, es el destinatario quien se encarga de los trámites aduaneros en la oficina de CPA correspondiente.
Las autoridades aduaneras pueden utilizar el CDS directamente o conectarlo a su propio sistema de evaluación de riesgos y de pago de derechos impuestos aduaneros. En Burkina Faso, los agentes de CPA tienen un acceso al CDS que está alojado en la POSTE BF. Así pueden consultar los datos y utilizar todas las funciones del sistema, tales como:
la gestión de los usuarios;
la gestión de las decisiones;
el informe detallado de la búsqueda de clasificaciones arancelarias en el Sistema Armonizado (SA);
la gestión de los derechos e impuestos aduaneros;
la búsqueda de declaraciones.
Los datos sobre los paquetes están disponibles antes de su llegada y salida, tanto si proceden de la Poste BF como de empresas de mensajería rápida, y la Aduana se compromete a comunicar su decisión con antelación.
Los agentes de CPA pueden:
autorizar el envío o la entrega,
no autorizar el envío o la entrega,
pedir que el paquete se presente en la aduana,
retener el paquete si hay sospecha de fraude.
Enfoque
La Aduana utiliza los siguientes indicadores de riesgo para la preparación de perfiles y el enfoque:
la descripción vaga de la mercancía;
los sitios fantasmas de alojamiento de la transacción;
el valor bajo de la mercancía declarada;
el país de origen reconocido como de alto riesgo;
la naturaleza y la calidad de los documentos adjuntos;
el itinerario que ha seguido la mercancía (itinerario ilógico);
la calidad del proveedor (desconocido).
Si hay sospecha de fraude, se examinan los documentos adjuntos al envío y se puede llevar a cabo una inspección física de los paquetes. Una vez que el paquete se entrega al CPA, la aduana examina el aspecto visual del embalaje, sobre todo el etiquetado y cualquier otra marca en el paquete, para identificar aquellos que puedan contener mercancías sujetas a prohibiciones de importación y/o exportación o a restricciones o trámites para la entrada.
En el cuadro recapitulativo (Cuadro I) se muestran los envíos gestionados por la Poste BF y DHL tanto de entrada como de salida del país, en el periodo 2017 a 2023. Se observa que la Poste BF y su filial CHRONOPOST[1] transportaron menos paquetes (192.764) que DHL (205.187), es decir, alrededor del 48% frente al 52%.
En lo que respecta a las infracciones aduaneras, se detectaron exportaciones e importaciones sin declaración. Como resultado de las inspecciones, se procedió a la incautación de tarjetas bancarias (125.800 unidades), metanfetamina (178,698 kg), Khat (162 kg), cocaína (0,348 kg), material informático, productos cosméticos (0,280 kg), una tarjeta de memoria con accesorios para una impresora industrial y un visiómetro (cuadro II). Cabe señalar que durante este periodo no se constató ninguna infracción de los derechos de propiedad intelectual.
En cuanto a la lucha contra el fraude comercial y la recaudación de derechos e impuestos aduaneros, se ha producido un aumento extraordinario desde 2015, gracias a la informatización de la Aduana de CPA de Uagadugú y Bobo Dioulasso y el comienzo del intercambio de datos entre los operadores postales y las aduanas. De este modo, los ingresos aumentaron un 187,21% entre 2015 y 2016. A partir de entonces, las recaudaciones subieron y bajaron hasta 2023, con una tasa media de aumento de un 40,39% en el periodo 2015-2023. La oficina de CPA de Ouaga fue la líder en recaudación.
En la gráfica siguiente se muestra la evolución de los derechos e impuestos aduaneros recaudados en las dos oficinas de CPA.
Previsiones
La cooperación con la Poste BF y las empresas de mensajería rápida se ha formalizado mediante la firma de un convenio[4] en el caso de la primera, y un memorando de acuerdo en el caso de las últimas. El objetivo de firmar estos acuerdos es simplificar, facilitar y armonizar los trámites aduaneros a los que están sujetos los paquetes y posibilitar un control aduanero eficaz de los envíos tanto en la importación como en la exportación. En ellos se estipula que se intercambien los datos electrónicos antes, durante y después de cualquier envío o recepción de envíos, y que haya una cooperación para facilitar los controles aduaneros en el contexto de la lucha contra el tráfico de drogas, el blanqueo de dinero, la falsificación y la piratería, y todas las formas de tráfico ilícito.
Para que haya una buena colaboración, la Aduana se compromete a fortalecer la capacidad de los trabajadores de correos y las empresas de mensajería rápida a fin de que reconozcan los envíos que puedan contener mercancías ilícitas, y a facilitar información a sus socios sobre las tendencias del tráfico ilícito.
Esta cooperación podría ser más eficaz si se les concedieran ventajas tales como la supresión de la garantía de levante[5] y la autorización de entrega directa in situ de acuerdo con un pliego de condiciones, y sujeto a un aval bancario. A ello se le podría añadir un procedimiento simplificado de despacho de aduanas, con el que los operadores e importadores puedan disponer inmediatamente de sus mercancías mediante una declaración en aduana simplificada en la que se pida un mínimo de información y documentos que, en caso necesario, se habrán de completar posteriormente. Este procedimiento simplificado podría basarse en el Programa de Operador Económico Autorizado, con lo que los trámites aduaneros estarían condicionados por los siguientes criterios: no haber cometido delitos graves (por ejemplo, tráfico de drogas) o infracciones reiteradas de la legislación aduanera, y aplicar procedimientos internos eficaces para facilitar el control aduanero.
Por último, y para luchar contra el fraude comercial de manera más eficaz, la Aduana podría utilizar modelos en los que el vendedor se encargue de recaudar derechos e impuestos, al igual que otras administraciones.