Prohibida la entrada: Cómo la CBP lucha por impedir la entrada de la peste porcina africana en Estados Unidos
29 october 2024
Por Marcy Mason, Oficina de Aduanas y Protección fronteriza (CBP) de Estados UnidosEn julio de 2021, mientras la atención de la mayor parte del mundo estaba centrada en el COVID-19, una enfermedad animal peligrosa se detectó en el hemisferio occidental. La peste porcina africana (PPA), una enfermedad viral mortal y sumamente contagiosa que afecta al cerdo apareció primero en la Republica Dominicana y después en Haití. Si bien esta enfermedad, que se documentó por primera vez en Kenya en 1909, ya era conocida en la Oficina de Aduanas y Protección fronteriza de Estados Unidos. Los expertos en agricultura de la CBP estaban en alerta máxima desde 2018, cuando se detectó el primer brote PPA en China, el primer país productor de carne de cerdo en el mundo, para poco después extenderse por varios países vecinos en Asia.
Si bien esta enfermedad no encierra peligro para la salud humana, puede tener serias repercusiones. La PPA se propaga rápidamente entre las piaras de cerdos domésticos y salvajes, y resulta mortal. Actualmente, no existe ni vacuna ni cura para la misma. La detección de esta enfermedad en Estados Unidos, supondría una amenaza sumamente peligrosa para la ganadería del país y tendría efectos catastróficos para esta rama de la industria. “Un solo caso positivo de peste porcina africana en Estados Unidos supondría el cese inmediato de todas las exportaciones,” declara John Sagle, director ejecutivo en funciones de la División de programas para la agricultura y el enlace con el sector privado de la CBP. “Queremos hacer todo lo posible para impedir la entrada de esta enfermedad en Estados Unidos.”
Según el National Pork Producers Council, la asociación que representa a los productores de carne de cerdo y a otras partes interesadas del sector en Estados Unidos, la industria porcina genera más de 573.300 empleos y representa más de 62 mil millones de dólares del producto nacional bruto en la economía estadounidense. En 2023, las exportaciones estadounidenses de carne de cerdo superaron los 8,2 mil millones de dólares y más de 2,7 mil millones de kilos de carne de cerdo se exportaron a otros mercados, lo que hace de Estados Unidos uno de los mayores exportadores de cerdo a nivel mundial. “Este sector de la industria exporta entre el 25 y el 30 por ciento de todos los productos elaborados,” declara Liz Wagstrom, jefa de veterinaria del National Pork Producers Council. “El cese de las exportaciones tendría efectos devastadores, ya que provocaría un desplome del precio de la carne de cerdo y un exceso de oferta en Estados Unidos.”
Además, la erradicación de la enfermedad sería costosa. “Si nos viéramos afectados por la PPA y se convirtiera en endémica en Estados Unidos, tardaríamos más de 10 años en erradicar la enfermedad con un coste de unos 80 mil millones de dólares y eso solo en cuanto al sector porcino,” declara Jack Shere, director adjunto del Servicio de inspección sanitaria de animales y plantas del Departamento de agricultura de Estados Unidos y uno de los mayores expertos en enfermedades infecciosas veterinarias. “Los economistas pueden decir lo que quieran, pero si esta enfermedad se declara en nuestro territorio, es grave, sumamente grave. Podría costarnos muy caro.”
En julio de 2021, cuando se declararon los primeros casos de peste porcina africana en la República Dominicana, la CBP redobló sus esfuerzos para impedir la entrada de la enfermedad en Estados Unidos. Su vecindad con Estados Unidos constituía un elemento más de preocupación. “Es la primera vez en 40 años que el virus aparece en el hemisferio occidental,” declara Shere. “Tenemos la enfermedad en nuestra puerta e incluso si no importamos carne de cerdo de República Dominicana, la enfermedad se aproxima.”
La proximidad del foco de la enfermedad abre nuevas vías de contagio. “Ya nos enfrentábamos a la amenaza procedente de otros países,” declara Sagle. “Los viajeros y las mercancías eran los mayores transmisores posibles de la enfermedad, pero actualmente los expertos en agricultura de la CBP centran su atención en pequeños barcos, navíos y aeronaves. Todas las modalidades de entrada de personas y mercancías en Estados Unidos representan un riesgo potencial.”
Circulación y propagación de la enfermedad
La circulación y propagación de la PPA preocupan enormemente. La PPA es una enfermedad hemorrágica altamente infecciosa y contagiosa que solo afecta al cerdo,” indica Shere. “Existen numerosas cepas de diversa gravedad, que va desde la muerte rápida a la enfermedad crónica, pero la práctica totalidad de los cerdos que la contraen acaban muriendo.” La PPA se propaga principalmente por las heces, pero cualquier excreción procedente de un cerdo o de un jabalí portador, especialmente las secreciones nasales o la tos, pueden infectar a otros cerdos domésticos o salvajes sanos. “Se trata de una enfermedad de contacto, que se transmite de cerdo a cerdo,” declara Shere. “Se puede propagar igualmente a través de objetos contaminados. Si me mancho los zapatos, la ropa o las manos con las heces y voy de una pocilga infectada a otra que no lo está, contribuyo a extender la enfermedad.” Los vehículos que hayan circulado por suelo infectado pueden también propagar el virus.
Los cerdos que comen carne de cerdo portadora del virus también contraen la enfermedad. “Aunque no representa un peligro para la salud humana, la carne de cerdo cruda puede contener restos de virus. Los cerdos comen cualquier cosa, y si se alimentan de este tipo de restos alimenticios, el virus puede propagarse,” declara Sherrilyn Wainwright, epidemióloga veterinaria principal y analista de riesgos para el Servicio de inspección sanitaria de animales y plantas del Departamento de agricultura de Estados Unidos (USDA), que supervisa la propagación mundial de la PP y de otras enfermedades que tienen consecuencias para la economía y la salud pública en Estados Unidos.
El virus de la peste porcina africana es resistente. Puede sobrevivir en productos comestibles, como la carne refrigerada, durante al menos 15 semanas, en la carne congelada durante más de un año y desde tres a seis meses en jamones y embutidos procesados que no se han cocido o ahumado a altas temperaturas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Históricamente, el virus estuvo más o menos confinado en el continente africano hasta 2007, cuando un barco procedente de África que transportaba carne de cerdo portadora del virus de la PPA entró en un puerto de Georgia. “Probablemente, los restos alimenticios sin cocinar de dicho barco, incluyendo la carne de cerdo infectada, se dieron a comer a los cerdos o los consumieron los jabalís,” declara Wainwright. “El virus se introdujo después en Georgia, Azerbaiyán y Armenia.”
Desde allí, la peste porcina africana se extendió a Rusia, Europa oriental, Europa occidental, China y otras partes de Asia. “2018 fue el año de mayor expansión del virus. Una vez en China, el virus se extendió por todo el país causando la muerte de millones de cerdos,” indica Shere. “A partir de ese momento la inquietud se hizo palpable. “Desde la detección del primer caso en China, en agosto de 2018, un total de 17 países asiáticos además de Hong Kong informaron sobre casos de infecciones de la peste porcina africana por primera vez.
“El virus sigue extendiéndose y es preocupante,” añade Shere, hacienda notar que la negligencia humana y los jabalís son los dos principales factores que han propagado la peste porcina africana por el mundo. “Los jabalís no se detienen en las fronteras de los países,” indica Wainwright. “Pueden transitar a través de las fronteras y causar infecciones allí por donde pasan. Se cree que, en muchos casos, así es como el virus se trasmite a través de Europa.”
La llegada de la PPA a la República Checa en 2017 y a Bélgica en 2018, son claros ejemplos de cómo las personas pueden transmitir la infección. Se cree que la peste porcina africana viajó desde Polonia a la República Checa y a Bélgica porque personas que transportaban, sin saberlo, carne portadora del virus se deshicieron de ella en zonas pobladas por jabalís», nos explica la epidemióloga. “En ambos países, el virus solo infectó a los jabalís y las autoridades pudieron erradicarlo sistemáticamente adoptando un plan estratégico para confinar a los jabalís en una zona específica y exterminarlos.” La República Checa se declaró libre de la enfermedad en abril de 2019 y Bélgica hizo una declaración similar en el otoño de 2020. “Se trata de los dos únicos países que han logrado erradicar la peste porcina africana desde el primer brote de esta epidemia mundial,” indica Wainwright.
La República Dominicana y Haití son actualmente los dos únicos países del hemisferio occidental afectados por el virus de la PPA. “Nuestra pretensión es erradicar el virus antes de que se transmita a otros países y, lo más importante, antes de que alcance Estados Unidos,” declara Shere, cuya agencia coordina los esfuerzos realizados por Estados Unidos en este sentido. “El cometido de la CBP en cuanto a nuestra protección y a la intercepción de carne portadora del virus es enorme. “Sin esta colaboración, es como si se dejaran las puertas de las explotaciones agrícolas abiertas poniendo en peligro el conjunto de la población porcina de Estados Unidos. El trabajo que realiza la CBP es de suma importancia para nosotros.”
Plan de acción
Cuando se detectó el primer caso de PPA en la República Dominicana en julio de 2021, los expertos en agricultura de la CBP en el aeropuerto internacional John F. Kennedy establecieron inmediatamente un plan de acción para hacer frente a la amenaza creciente que dicho virus representaba. El objetivo principal de este plan consistía en subir a los aviones procedentes de la República Dominicana y de Hatí para garantizar que la eliminación de los residuos reglamentados se efectuaba adecuadamente. “Los expertos en agricultura que trabajan en nuestro equipo de control del transporte se aseguran de que las personas que se ocupan de la restauración y de la limpieza en los aviones realizan esta tarea de conformidad con los acuerdos vigentes,” declara Paul Gunther, jefe adjunto de los expertos en agricultura en el aeropuerto internacional JFK.
“Recorremos la cabina y comprobamos los asientos para asegurarnos de que los pasajeros no han dejado restos de comida. En muchas ocasiones, encontramos fruta y verduras o sándwiches que no se han consumido y que pueden contener restos de cerdo. Nos aseguramos de recoger y eliminar toda esa comida de conformidad con la normativa que regula los residuos,” explica Gunther. “Toda la basura que sale del avión debe colocarse en un compactador y sometida a cuarentena para después ser incinerada.”
Los expertos en agricultura en el aeropuerto JFK supervisan las actividades de 41 cocinas, servicios de catering y empresas de recogida de basuras que se rigen por acuerdos de conformidad con el USDA. “En cuanto apareció el primer brote de peste porcina africana en la República Dominicana, aunamos todos nuestros esfuerzos para concienciar a todas esas empresas”, declara Gunther. “Hicimos hincapié en la importancia de garantizar la seguridad de los residuos reglamentados y de que dichas empresas respetaran lo establecido en los acuerdos,” añade. “Los residuos reglamentados constituyen un serio factor de riesgo y los controlamos para impedir la introducción en Estados Unidos de cualquier enfermedad de origen animal, no solamente de la peste porcina africana.”
A los equipos de la CBP ubicados en las instalaciones destinadas a las empresas de mensajería urgente del JFK, se sumaron también expertos en agricultura. “Sabíamos que existía el riesgo de que los productos porcinos procedentes de países afectados por la PPA fueran enviados por envío urgente, por lo que, en octubre de 2021, asignamos más personal a la inspección de un mayor volumen de paquetería,” explica Gunther. “Ya realizábamos controles diarios en las instalaciones de las empresas de mensajería urgente, pero no disponíamos de un equipo dedicado a esta tarea los siete días de la semana”.
Durante el ejercicio fiscal de 2021, los expertos en agricultura realizaron 12.500 inspecciones en las instalaciones de las empresas de mensajería urgente. En el ejercicio fiscal de 2022, gracias a la incorporación de este nuevo equipo, los expertos en agricultura del JFK superaron esa cifra, al realizar 12.800 inspecciones a mediados de mayo. “Durante dichas inspecciones, se realizaron 1.100 incautaciones de productos animales; de los cuales, 133 eran productos porcinos procedentes de países afectados por la PPA,” explica Gunther. “En siete meses se incautaron más de 500 kilos de productos porcinos prohibidos destinados a distintos Estados del país.” El número de inspecciones en 2023 llegó a ser de 47.934. Por lo que las incautaciones del área de agricultura de la CBP aumentaron hasta alcanzar 5.531 productos de origen vegetal y animal, de los cuales 1.116 contenían carne de cerdo.
Contrabando en los puertos marítimos
Pero las mayores cantidades de productos porcinos prohibidos se introducen de contrabando en cargamentos en contenedores que llegan a los puertos marítimos. “El contrabando de productos cárnicos prohibidos no resulta nada nuevo en el entorno marítimo, pero se ha observado claramente un aumento en las cantidades de productos de origen animal que se intentan introducir en Estados Unidos, especialmente derivadas del cerdo,” explica Peter Wawrzyniak, experto principal en el área agrícola de la CBP en el puerto marítimo de Los Ángeles/Long Beach, el mayor puerto marítimo del país. La mayoría de los productos que encontramos se hallan en envíos procedentes del comercio electrónico repartidos entre 1.000 a 3.000 cajas en contenedores de poco más de 24 metros.”
Cerca de104.000 kilos de productos porcinos se incautaron en el puerto marítimo de Los Ángeles/Long Beach en el ejercicio fiscal de 2021. La mayoría de dichos envíos, una cantidad superior al 90%, proviene de China y también de países del sudeste asiático. “Sucede con frecuencia que, tras seleccionar un envío, constatamos que del 60 al 80% de su contenido resultan ser productos cárnicos,” indica Wawrzyniak. “Durante los últimos años, especialmente los últimos 18 meses, se ha producido un aumento de estos envíos de carne de cerdo y productos cárnicos prohibidos no declarados,” explica Wawrzyniak.
Por ejemplo, a finales de abril de 2022, un envío procedente de China declarado como “repuestos de plástico” fue seleccionado para su inspección por el área agrícola en el puerto marítimo de Los Ángeles/Long Beach. “El importador ya era conocido por introducir productos cárnicos prohibidos, especialmente de carne de cerdo, de modo que el envío llamó la atención tanto de la CBP como del USDA,” indica Wawrzyniak.
Tras la llegada del envío, los expertos agrícolas de la CBP examinaron la mercancía con la Unidad de lucha contra el contrabando y cumplimiento de la normativa comercial del USDA. “El peso de la carga era enorme,” explica Wawrzyniak. “La carga contenía alrededor de 4 toneladas de carne de cerdo no declarada además de otros productos cárnicos prohibidos.”
La importancia de la información
La CBP utiliza la información para impedir los envíos prohibidos. Prueba de ello, fue la impresionante incautación que se produjo en 2021, en el puerto marítimo de Nueva York/Newark, gracias a una información del sector privado sobre la inminente llegada de varios envíos que contenían productos agrícolas de contrabando procedentes de China. “En la mayoría de los casos, los productos se pasan clandestinamente de contrabando junto con otros envíos de mercancías legítimas para evitar su detección,” explica Basil Liakakos, jefe del área agrícola de la CBP en el puerto de Nueva York/Newark.
En este caso, el envío se declaró como cortinas de ducha, pero, en su lugar, se encontraron 700 cajas de embutidos de cerdo en un contenedor de poco más de 12 metros. “Normalmente, lo que se indica en los documentos de la declaración no es el contenido del envío,” indica Liakakos. El embutido de cerdo, que pesaba unos 9.000 kilos, iba destinado a un centro de distribución en Jersey City, en New Jersey, después a una dirección de Flushing, en Queens, donde se encuentra el mayor barrio chino de la ciudad de Nueva York. El valor declarado de la carga ascendía a 4.000 dólares, lo que resulta muy inferior al valor estimado de las mercancías que sumaba 340.000 dólares.
“Se trata de delincuencia transnacional,” explica Liakakos. “Lo que hemos averiguado es que hay individuos que trabajan colectivamente en todo el país para introducir estas importaciones, ya sea por nuestro puerto o a través del puerto de Los Ángeles-Long Beach o de Houston. Son redes similares a las redes de contrabando de estupefacientes o de productos que infringen los derechos de propiedad intelectual. Se trata de un negocio y de uno muy lucrativo ya que sus organizadores obtienen beneficios ilícitos y eluden intencionadamente el pago de derechos aduaneros.”
Se incautó y destruyó la remesa completa de embutido prohibido, y se descubrió una nueva fuente. “Pudimos interceptar productos procedentes de un país afectado por la PPA que habrían podido contaminar nuestra industria de carne porcina,” explica Liakakos. “Esto sucede diariamente, pero esta vez se trataba de una interceptación comercial marítima de gran calado que podría haber perjudicado seriamente a Estados Unidos.”
Interceptar los productos porcinos prohibidos
Una gran cantidad de productos porcinos prohibidos se interceptaron igualmente en el puerto de Cincinnati, el centro principal de mensajería urgente para los envíos procedentes de China y del sudeste asiático. “En 2019 y 2020, después de que la PPA se extendiera por China e irrumpiera la pandemia, advertimos un descenso general en la importación de productos alimenticios procedentes de Asia, pero actualmente observamos que llega mucho más producto porcino, lo que conlleva un riesgo mayor,” indica Barbara Hassan, experta principal del área agrícola de la CBP en el puerto de Cincinnati. “La mayoría de los envíos de productos porcinos que llegan de contrabando proceden de China y de Hong Kong, pero actualmente constatamos un aumento de envíos procedentes de Vietnam, Corea y Tailandia, todos ellos países afectados por la peste porcina africana.”
Los expertos en agricultura de la CBP en Cincinnati disponen de diversos métodos para detectar los productos porcinos prohibidos. “La política de la CBP exige que cada paquete se analice con rayos X o se escanee completamente,” explica Hassan. “Pero gracias a sus muchos años de formación, nuestros expertos en agricultura pueden detectar cuándo un paquete resulta sospechoso.” Los expertos en agricultura aprenden también a descifrar los símbolos chinos. “Algunas veces, el embalaje indica en inglés que el ingrediente principal del contenido de la caja es pescado, en cambio veremos el símbolo del cerdo.” Los miembros del equipo agrícola se fían también de su olfato. “Les sorprenderían las numerosas ocasiones en las que vemos a un colega tratando de oler un paquete y diciendo es cerdo, no, es ternera, no, ¡es pollo!,” explica Hassan.
En enero de 2022, uno de los expertos en agricultura en la oficina de Cincinnati encontró un cerdo de 42 kilos llegado a través de distintos envíos desde Hong Kong. Los envíos se declararon como “utensilios de cocina,” pero únicamente se encontraron productos alimenticios en cada paquete. En el primer envío, el experto de la CBP encontró 7 kilos de cerdo, en el segundo, 5 kilos y, para su gran asombro, en el último envío encontró 30 kilos. “Algunas veces, la gente envía un pequeño paquete para averiguar si es interceptado y si no es así, enviar otro más grande,” indica Hassan. “Si nuestro experto no hubiera persistido, no se hubiera incautado el envío mayor. Esta es la razón por la que debemos permanecer vigilantes al seleccionar los envíos.”
Según Barbara Hassan, lo que levantó las sospechas del experto fueron las direcciones de los locales a donde se enviaban los paquetes. “El primer paquete se envió a un edificio de apartamentos con tiendas a pie de calle,” explica Hassan. “La dirección del segundo envío, abiertamente ficticia, era un solar cercano a una autopista en Brownsville, Texas. El tercero, y más grande, se envió a un salón de manicura de un centro comercial en Champaign, Illinois. Hasta donde yo sé, dice Hassan, “el remitente está en paradero desconocido.”
Cerca del foco
En cuanto se informó de la aparición de la peste porcina africana en la República Dominicana, se tomaron medidas en el puerto de San Juan, en Puerto Rico. “Nos hallamos en una posición única, al estar tan cerca del foco de la enfermedad. La mayoría de los pasajeros que recibimos y controlamos proceden de la República Dominicana, por lo que es esencial que concentremos y movilicemos nuestros recursos para impedir que los productos derivados del cerdo entren en Estados Unidos,” declara Keyvan Santiago, jefe del área de agricultura de la CBP para el puerto de San Juan. “Puerto Rico se encuentra tan solo a 128 kilómetros de la República Dominicana y tenemos 4 o 5 vuelos directos diarios procedentes de allí.”
Fiel a su estrategia, el puerto aumentó el número de expertos en agricultura en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín de San Juan, el único aeropuerto comercial internacional de Puerto Rico. Al contar con mayor personal, la vigilancia se reforzó y se pudo seleccionar un mayor número de pasajeros para un control adicional más profundo.
De julio de 2021 hasta mediado de junio de 2024, la CBP inspeccionó a más de 128.840 pasajeros que llegaron al aeropuerto de San Juan desde la República Dominicana. “No se puede comparar con el volumen de pasajeros que llega a Nueva York, Newark, Chicago, o Miami, pero dado que estamos tan cerca de la isla y que son numerosos los dominicanos que viven en Puerto Rico, deseosos de adquirir productos típicos de su país, el nivel de riesgo es mucho mayor,” explica Santiago. “Por este motivo resulta obligado permanecer vigilantes y mantener el nivel de inspección habitual en la realización de nuestro trabajo en los puertos de entrada.”
Tres veces por semana llegan también ferris a San Juan procedentes de la República Dominicana. “Analizamos con rayos X absolutamente todo el equipaje que se descarga de los barcos,” dice Santiago. “Encontramos cortezas de cerdo, cerdo frito, pasteles, una especie de empanadillas rellenas de carne guisada; también salchichas dominicanas de enorme tamaño y otro tipo de carne de cerdo.” Los ferris transportan igualmente vehículos contaminados al contacto con la tierra. “La tierra puede transportar muchas enfermedades, por lo que controlamos igualmente los vehículos,” añade. Los agentes y especialistas en agricultura de la CBP suben a bordo de la mayoría de los barcos para comprobar que se respetan los procedimientos relacionados con los residuos reglamentados. “Toda la basura de los barcos debe permanecer a bordo,” indica Santiago. “No podemos permitir que se descargue en Puerto Rico o que se envíe a Estados Unidos.”
Otro posible transmisor de la enfermedad son las embarcaciones ilegales llamadas “yolas”. Las yolas, que viajan desde República Dominicana y Haití, son barcos de pesca rudimentarios repletos de inmigrantes. “Suben provisiones a los barcos e intentan alcanzar las zonas costeras de Puerto Rico,” explica Santiago. “Todo lo que transportan con ellos puede suponer un riesgo de contaminación.”
El olfato de un Beagle
Uno de los resortes más poderosos para impedir que la peste porcina africana se introduzca en Estados Unidos es la Beagle Brigade. los beagles, que desarrollan su labor en los principales aeropuertos internacionales de Estados Unidos, así como en Toronto, olfatean artículos prohibidos, especialmente, fruta, verdura, carne, flores y plantas. “No queremos productos que transmitan plagas vegetales o enfermedades animales que puedan resultar invasivas,” explica Charron Byndloss, asesora regional responsable de la brigada canina agrícola de la CBP en las oficinas de Seattle, San Francisco, y Portland.
La CBP cuenta actualmente con 160 beagles en servicio activo, pero el número va en aumento. “La CBP pretende doblar el número de perros sobre el terreno. La detección de la peste porcina africana es uno de los motivos principales de este incremento”, indica la asesora. Los beagles son inicialmente entrenados para reconocer cinco tipos de olores básicos : manzana, mango, cítricos, ternera y cerdo. “Algunas veces, estos productos alimenticios están escondidos en maletas, bolsos, portabebés, carritos de bebé o en la persona misma. La mayoría de las personas entran con estos productos por inadvertencia, pero otras tratan de entrarlos a escondidas,” añade Byndloss.
En cuanto el perro olfatea uno de estos olores, se sienta junto a la persona en cuestión para avisar a su adiestrador. “El beagle puede realmente realizar esta tarea más rápidamente que una persona, y estos perros pueden examinar muchos más equipajes y mercancías que su adiestrador”, explica Byndloss.”
La CBP ha creado igualmente una función en su aplicación del teléfono móvil con el fin de ayudar a los pasajeros que transportan artículos que posiblemente requieran una inspección. Se puede tratar de zapatos utilizados en una visita a una granja en el extranjero, de material biológico destinado a trabajos de investigación o tal vez de mascotas como perros, gatos o pájaros. Esta función que forma parte de la aplicación CBP One™ para teléfonos móviles, permite a los viajeros cursar una solicitud de inspección hasta 72 horas antes de la llegada de su vuelo a un punto de entrada de Estados Unidos. “Ideamos esta función con la idea de acelerar los trámites, para que resultaran más fáciles para los pasajeros,” indica Suzette Kelly, directora de la protección de la agricultura y de la gestión de riesgos de la CBP. “Pretendemos lograr que el público se convierta en un aliado que nos ayude a impedir la entrada en nuestro país de la peste porcina africana. Muchas personas no se dan cuenta del peligro y queremos que sean conscientes del mismo.”
Si bien la elaboración de una vacuna para la PPA ha resultado tarea imposible durante décadas, parece que hay una en camino. “El Servicio de investigación agrícola del USDA ha elaborado varias posibles vacunas diferentes. Una de ellas se está desarrollando en el marco de un acuerdo conjunto con una empresa en Vietnam,” señala Liz Wagstrom del National Pork Producers Council. “La vacuna se ha probado sobre el terreno en Vietnam y está en fase de producción comercial tras su total aprobación,” añade Wagstrom. “Los trabajos de investigación son prometedores. Cabe esperar que por primera vez dispongamos de una vacuna que asegure cierto nivel de protección. Pero no es la panacea,” matiza Wagstrom. “Por lo que nuestra mejor esperanza para proseguir las actividades comerciales habituales sigue siendo contar con la CBP para impedir la entrada de la PPA en nuestro territorio nacional.”
Para más información
www.cbp.gov