La lucha contra el tráfico de especies silvestres: Servicio de Aduanas de Nigeria – trayectoria y éxito
29 october 2024
Por Abim ISAFIADE, Director del equipo de la Oficina Especial de especies silvestres del Servicio de Aduanas de Nigeria
Nigeria firmó el Convenio CITES el 4 de mayo de 1974. Desde entonces, el Servicio de Aduanas de Nigeria (NCS, por sus siglas en inglés) se encarga de que se cumplan sus disposiciones. El NCS no ha desempeñado correctamente esta función durante muchos años, pero ahora esto ha cambiado.
Un perro sin colmillos
Hasta 2021, Nigeria ocupaba un lugar destacado en los informes sobre los delitos contra las especies silvestres como país de origen, tránsito y destino del tráfico de especies silvestres y madera. También se mencionaba a Nigeria como país de origen o salida en muchos informes sobre incautaciones de especies silvestres publicados por organismos policiales en Asia (especialmente China, Singapur, Vietnam y la República Democrática Popular Lao), así como por sus homólogos en Europa y África.
Nigeria era un país de alto riesgo para los delitos contra las especies silvestres, a pesar de que casi todas aquellas con las que se traficaba no eran autóctonas del país. Algunos de los factores que fomentan los delitos contra las especies silvestres son la inestabilidad regional, el crecimiento demográfico y la presión correspondiente, y la pobreza, así como la porosidad de las fronteras, la corrupción y los problemas de aplicación de la ley.
El NCS era consciente de la necesidad de actuar para solucionar la situación. Los funcionarios del NCS participaron de 2010 a 2013 en el proyecto GAPIN de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), que se centraba en el comercio ilegal de grandes simios y la mejora de la integridad aduanera en el ámbito de la aplicación de CITES. También empezaron a participar desde 2014 en el proyecto INAMA de la OMA, que fue la continuación de GAPIN. Se centraba en mejorar la metodología y las técnicas utilizadas para hacer cumplir la normativa sobre el comercio de especies silvestres en general.
El NCS también apoyó plenamente la Declaración de junio de 2014 del Consejo de Cooperación Aduanera sobre el Comercio Ilegal de Fauna y Flora Silvestres, que reconocía claramente la existencia de este problema, e instaba a las autoridades aduaneras a utilizar a utilizar una amplia variedad de técnicas de detección e investigación, entre ellas, la elaboración de perfiles de riesgo, el intercambio de información, las entregas vigiladas, las técnicas criminalísticas, los perros detectores y otros materiales no intrusivos, y a aplicar todo el peso de la ley para garantizar un nivel adecuado de castigo que actúe como elemento disuasorio eficaz.
Por lo tanto, sería incorrecto afirmar que el NCS no estaba actuando para hacer frente al tráfico de especies silvestres. Los funcionarios de las fuerzas y cuerpos de seguridad, especialmente los funcionarios de aduanas encargados de luchar contra el comercio ilícito, estaban aplicando las medidas de control previstas. Sin embargo, aunque algunos habían recibido formación, la mayoría tenía muy pocos conocimientos acerca de la magnitud de la amenaza y las técnicas necesarias para mitigar los riesgos, por lo que no estaban ni preparados ni debidamente equipados para tomar medidas policiales eficaces. Por ello, muchos consideraban que el NCS era “un perro sin colmillos”, que ladraba pero no mordía, porque parecía que no tomaba medidas para luchar contra el tráfico de especies silvestres.
Nuevo sheriff en la ciudad
Hoy, la situación es completamente distinta. Mientras que antes de 2021 nadie había sido condenado en Nigeria por tráfico de especies silvestres, hasta octubre de 2024 13 personas han sido procesadas, condenadas y castigadas, mientras que otras 50 han sido detenidas y están siendo procesadas. El NCS se ha incautado de muchas especies amenazadas (vivas y muertas), entre ellas más de 20 toneladas de escamas de pangolín.
Hemos cambiado el relato y nos hemos convertido en el nuevo sheriff de la ciudad. La responsable de hacer respetar la legislación es la Oficina Especial de Especies Silvestres, creada en 2021 como una subunidad de la Aduana dedicada específicamente a las especies silvestres. Un experto acreditado de la OMA, asesor técnico y operativo en materia de comercio ilegal de especies silvestres, se ocupa de la gestión y la coordinación de los equipos de funcionarios formados y motivados de la Oficina Especial de Especies Silvestres. Se encarga de organizar formaciones, sesiones individuales de concienciación y otros tipos de apoyo cuando sean necesarios. Para ello cuenta con el apoyo de la OMA y de otros socios internacionales, redes regionales, ONG y laboratorios forenses de distintos continentes.
El recorrido
Como suele ocurrir, el cambio empieza cuando una persona quiere aprender, liderar y trabajar duro. Con el apoyo de la alta dirección del NCS, yo, el autor de este artículo, desempeñé un papel importante en el desarrollo de la capacidad del NCS y en la concienciación a escala nacional para luchar contra el comercio ilícito de especies silvestres. Por lo tanto, la trayectoria del NCS en este ámbito está muy vinculada a mi historia personal, que comparto a continuación con la esperanza de que sirva de inspiración a otros.
Cuando me contrataron en la Aduana, recibí formación en diversas técnicas de lucha contra la delincuencia como cualquier otro funcionario de aduanas, pero se ponía el enfoque en la recaudación y la contabilización de los ingresos de las mercancías comerciales. Sin embargo, me dieron la oportunidad de adquirir otros conocimientos y competencias.
El trabajo realizado por la OMA para concienciar y formar a las administraciones aduaneras puede tener un gran impacto, y yo soy un ejemplo de ello. En 2011 trabajé como agente de inteligencia en una de las fronteras terrestres y fui seleccionado para formar parte del equipo de funcionarios que representó al NCS en la reunión anual de la Oficina Regional de Enlace en Inteligencia (RILO, por sus siglas en inglés) para África Occidental y Central de la OMA. Durante la reunión, los responsables de la RILO de cada región explicaron cómo subir los casos nacionales de incautaciones a la Red Aduanera de Lucha contra el Fraude (CEN, por sus siglas en inglés) de la OMA y cómo utilizar los datos de la CEN para desarrollar indicadores de riesgo y mejorar la selección de objetivos y la toma de decisiones.
Poco después, en 2012, asistí a un taller organizado por la OMA en el marco del Proyecto GAPIN. Allí tomé más conciencia de la dimensión internacional del tráfico de especies silvestres, la importancia de las medidas de integridad y la necesidad de demostrar liderazgo para poder conseguir resultados. También aprendí técnicas de identificación y determinación de las especies silvestres que hay que vigilar, y realicé correctamente ejercicios prácticos con el apoyo de los expertos de la OMA.
En el Aeropuerto Internacional de Lagos pude utilizar estos nuevos conocimientos y competencias. Allí me encargaba de los controles. En pocos meses, mi equipo y yo interceptamos una gran cantidad de colmillos de elefante y productos de marfil de diferentes formas y tamaños. En 2014 encontramos 326 kg de escamas de pangolín, una mercancía que nunca antes se había incautado en Nigeria. El cargamento había sido declarado como “escamas de pescado”. Llevamos a cabo un examen, y con la ayuda del Director del Programa de Medio Ambiente de la OMA, pudimos identificar escamas de pangolín en ese cargamento.
La Dirección del NCS me dio su aprobación y su apoyo, y así busqué oportunidades de intervenir en cualquier reunión, a fin de concienciar a todo el mundo -tanto funcionarios de alto y bajo rango como personal no funcionario- sobre el alcance de los delitos contra las especies silvestres y el papel tan importante que tienen para luchar contra ellos. Armado con mis presentaciones en PowerPoint, en aquella época muy exiguas y mal organizadas, no dejaba de transmitir el mensaje, alto y claro, de que los funcionarios de aduanas nigerianos tenían que seguir manteniendo “las manos limpias en todos los sentidos” y no hacer nunca la vista gorda ante los delitos contra las especies silvestres. Tenía la esperanza de poder inspirarles y compartir mi pasión, así como mis valores. Tengo unos orígenes muy humildes, pero me educaron con disciplina, y me enseñaron y recordaron constantemente que “un buen nombre es mejor que la plata o el oro”.
El camino seguía. A veces era un sendero solitario y difícil. A veces parecía incluso un callejón sin salida. Sin embargo, la tenacidad es una de mis cualidades, por lo que veía los obstáculos o retos como oportunidades, y tendía puentes donde fuera necesario, utilizando todos los recursos disponibles que podía aprovechar para crear estructuras que se convirtieran en monumentos.
Lo que también hizo que siguiera adelante fue mi participación en el proyecto INAMA de la OMA. Cada vez que participaba en uno de los programas o actividades de formación, aprendía algo nuevo, me cargaba de energía y solía poner en marcha un nuevo plan de acción. Por ejemplo, en 2021 participé en la misión de diagnóstico para la República Democrática Popular Lao y contribuí en la redacción de las recomendaciones y el plan de trabajo para reforzar las funciones de inteligencia de las aduanas de ese país. Traje a mi país algunas de las conclusiones y pedí que se incluyera el comercio ilegal de especies silvestres (IWT, por sus siglas en inglés) en el programa de formación básica del NCS para los nuevos alumnos. Gracias a ello, desde 2021 y hasta la actualidad, se ha formado a unos 3.000 funcionarios de aduanas recién contratados sobre identificación de especies silvestres, indicadores de riesgo, recopilación de información, procedimientos de aplicación de la ley y procesos judiciales. Se han sumado a los 2.000 funcionarios en activo que ya habían recibido formación, o bien asistiendo al curso de orientación sobre inteligencia aduanera, o bien siguiendo cursos de actualización. El tema también figuraba en el orden del día del retiro del NCS para contralores recién ascendidos. Muchos otros funcionarios han solicitado orientación ad hoc y, por tanto, han tenido la oportunidad de mejorar sus conocimientos.
Asociaciones
Las asociaciones que desarrollamos a escala nacional, regional e internacional fueron fundamentales. Colaboramos estrechamente con la Autoridad de Gestión de CITES en Nigeria y con otros cuerpos y fuerzas de seguridad, y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la OMA y el Consorcio Internacional para Combatir los Delitos contra la Vida Silvestre (ICCWC, por sus siglas en inglés[1]) se convirtieron en socios clave del NCS.
También fue clave la colaboración con los fiscales. Recibieron formación y trabajaron codo con codo con analistas e investigadores expertos en aduanas en cada uno de los casos de IWT que gestionaron. Esta estrecha colaboración hizo que los funcionarios del NCS pudieran ampliar sus conocimientos sobre la recogida, cotejo y conservación de pruebas en el lugar del delito, ya que nos asegurábamos de que todos los productos de las especies silvestres y sus derivados que se incautaban se analizaran sistemáticamente para seguir sirviendo de apoyo a las investigaciones.
Además, intentamos cooperar con las organizaciones no gubernamentales (ONG) para mejorar la recopilación de información a escala local e internacional y obtener apoyo para la investigación. Resultó complicado gestionar algunas de estas asociaciones, sobre todo por la rivalidad malsana y la competencia innecesaria entre las ONG. Por esto tuvimos que reevaluarlas dependiendo de la experiencia y la competencia que habían demostrado con respecto a nuestras necesidades y prioridades. De todas las ONG con las que trabajamos, la Wildlife Justice Commission (WJC) destacó por su amplia experiencia.
WJC proporciona apoyo operativo y analítico, con orientaciones en materia policial, facilitando una aplicación más eficaz de la ley contra el tráfico de especies silvestres. Gracias a esta asociación, el NCS ha podido desarrollar capacidades de investigación sostenibles y mejorar las técnicas de recopilación de inteligencia, así como los métodos de trabajo para la recogida de pruebas, la vigilancia, la gestión de expedientes y otras competencias fundamentales.
El 8 de agosto de 2024, utilizamos la inteligencia adquirida para llevar a cabo una operación policial conjunta con el apoyo de la Wildlife Justice Commission. Intervenimos simultáneamente en dos lugares de regiones diferentes de Nigeria y nos incautamos de un total de 9.473 kg de escamas de pangolín. Se detuvo a cuatro sospechosos, que entre tanto ya han sido imputados en los tribunales.
El camino hacia delante
Según un analista de alto nivel, las detenciones y procesamientos constantes por parte del NCS no sólo han desestabilizado y perturbado muchísimo a las redes delictivas vietnamitas y nigerianas, sino que también han transformado muchísimo la dinámica de los delitos contra las especies silvestres. Ahora ha cambiado claramente el enfoque de las principales redes delictivas con respecto a este comercio.
La Estrategia Nacional se ha fijado un objetivo a cinco años: para 2026, la meta es que Nigeria haya logrado un progreso demostrable en la reducción de los delitos contra las especies silvestres, y que su sistema policial y de justicia penal cuenten con las capacidades necesarias y un marco jurídico adecuado para hacer frente a los delitos contra especies silvestres de forma eficaz y conjuntamente. La Estrategia Nacional se basa en una gran colaboración entre los organismos estatales, las ONG y la comunidad internacional, incluidos los países de origen, tránsito y destino.
El Servicio de Aduanas de Nigeria se compromete a aplicar la Estrategia y a seguir velando por el cumplimiento de la legislación sobre el comercio de especies silvestres. A esta normativa se le añadirá pronto la Ley Nacional de especies silvestres, que se está aprobando actualmente. Cuando la ley entre en vigor y los tribunales impongan penas más severas a los responsables, se reforzarán los esfuerzos policiales del NCS y se procesarán más casos de comercio ilegal de especies silvestres.