Punto de vista

¿Por qué los dispositivos de detección de vapores son una herramienta clave en la lucha contra las drogas?

6 Marzo 2025
Por Daoíz Zamora, CEO y Cofundador, MION Technologies

Según las Naciones Unidas, en 2022 la producción mundial de cocaína alcanzó una cifra récord con 2.757 toneladas producidas, lo que supone un aumento del 20 % con respecto a 2021, por lo que es fundamental que las autoridades competentes detecten eficazmente la presencia de drogas, especialmente de cocaína, utilizando herramientas de inspección no intrusiva y eficaces.

Estas herramientas de inspección de contenedores pueden clasificarse en dos categorías principales, a saber, las técnicas de detección “bulk” y las técnicas de detección química. En las técnicas de detección en modo “bulk”, los artículos sospechosos que se van a examinar se someten a radiaciones electromagnéticas o ionizantes y la presencia de drogas se determina por la interacción del contenido con el campo aplicado. Las técnicas de detección química se basan en el análisis químico de muestras de aire o de “swaps” obtenidas del interior, de la superficie exterior o de las proximidades de un artículo sospechoso y estos compuestos pueden estar presentes en forma de vapores o partículas microscópicas.

Cuando se aplica a contenedores de carga, el análisis químico de vapores ha demostrado ser especialmente eficaz por algunas razones, ya que no requiere la apertura o el acceso a la carga. En física, todas las sustancias generan un proceso de evaporación que depende directamente de la presión de vapor de cada sustancia.  El proceso de análisis de vapores se basa en dos pasos separados. En primer lugar, se toma una muestra de aire del contenedor introduciendo un tubo de teflón entre la junta de la puerta del contenedor. A continuación, el dispositivo de muestreo extrae el aire del recipiente y un porcentaje de vapores procedentes del aire interior se queda recogido en un filtro absorbente. Cuando se alcanza un volumen de aire predefinido, el sistema se detiene automáticamente durando este proceso unos tres minutos por contenedor. A continuación, el filtro con la muestra se transfiere al analizador, que compara las moléculas detectadas con las que tiene en su biblioteca. El análisis se realiza automáticamente en unos dos minutos, proporcionando información sobre los niveles de concentración de las partículas objetivo en el interior del contenedor y emitiendo un resultado (ALARMA / NO ALARMA) en función de umbrales predefinidos.

Los últimos avances han hecho que esta tecnología sea ideal para el escaneo de grandes cargas, especialmente los contenedores marítimos. El transporte marítimo suele durar semanas o incluso meses y las cantidades típicas de droga son relativamente grandes, dos condiciones que favorecen la generación de vapores. Incluso cuando la cocaína base y el clorhidrato de cocaína (cuya presión de vapor es menor) se envasan cuidadosamente, se usan adsorbentes químicos o se ocultan con cargas orgánicas como frutas o incluso, dentro de compartimentos soldados y sellados, las superficies suelen contaminarse durante la manipulación, y esta pequeña cantidad de cocaína genera una concentración de vapores que un dispositivo bien diseñado sería capaz de detectar. Además, con el tiempo, los vapores generados por la propia cocaína oculta salen de su envase y del compartimento que la contiene generando estos vapores.

Las pruebas realizadas en contenedores marítimos en colaboración con algunas administraciones aduaneras europeas utilizando un dispositivo de detección de vapores de alta sensibilidad han proporcionado índices de detección muy elevados en contenedores sospechosos, incluso en los contenedores en los que la cocaína se ocultaba utilizando métodos sofisticados. El dispositivo detectó concentraciones del orden de partes por cuatrillón (ppq) en el interior de los contenedores, una cantidad un millón de veces inferior de la que detecta un perro detector de drogas.

Además de una alta sensibilidad, un dispositivo debe tener la capacidad de diferenciar los vapores de cocaína de los demás vapores (selectividad) emitidos por otros productos en el contenedor, ya que a nivel de concentraciones de ppqs, el número de compuestos diferentes en la fase gaseosa de un contenedor puede alcanzar los billones o trillones. Las pruebas realizadas en contenedores que no contenían cocaína demuestran que este dispositivo con alta selectividad tiene un bajo índice de falsas alarmas, inferior al 5 %.

La misma tecnología puede utilizarse para detectar tabaco, y se está desarrollando para permitir la identificación de la presencia de otras drogas, especialmente narcóticos sintéticos.

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daoiz.zamora@miontechnologies.com