Transformar la fiscalización aduanera : Asegurar la recaudación gracias a las técnicas modernas de espectroscopia
28 october 2025
Por John Johnson, Vicepresidente North America and Strategic Marketing, 908 DevicesUna nueva era en el ámbito de la fiscalización aduanera
Se estima que la industria química representa, de forma directa o indirecta, el 7 % del PIB mundial y unos 120 millones de puestos de trabajo[1]. Este sector se halla en expansión debido a la aceleración de la demanda de productos químicos para baterías, que, a su vez, se asienta en una demanda estable por parte de las industrias automovilística, energética y electrónica[2].
Aunque es difícil precisar los datos globales sobre el tonelaje de importaciones y exportaciones, las cifras de producción por sí solas sugieren que cada año se comercializan varios miles de millones de toneladas de productos químicos a través de las fronteras, desde disolventes industriales hasta productos intermedios farmacéuticos y productos químicos especializados. Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, este país declara importar y exportar más de 7 billones de libras al año[3].
No resulta extraño hallar pequeños errores en la clasificación, advertir tergiversaciones en la calidad de los productos y detectar el desvío de productos químicos para la producción de drogas y mercancías ilícitas. Los investigadores que analizaron los datos comerciales de 46 productos químicos altamente peligrosos sujetos al Convenio de Rotterdam descubrieron que, de un total de 64,5 millones de toneladas comercializadas a nivel mundial entre 2004 y 2019, 27,5 millones de toneladas se comercializaron ilegalmente, es decir, se exportaron a países que habían rechazado explícitamente su importación[4]. En los últimos años, algunos asuntos concretos de fiscalización han sacado a la luz casos de evasión de aranceles por valor de varios millones de dólares, y las discrepancias persistentes entre los envíos declarados y los reales siguen siendo un problema recurrente en los datos comerciales mundiales. Se prevé que el aumento de los aranceles en algunos países suponga un mayor incentivo para la búsqueda de soluciones que reduzcan los costes, soluciones que, siendo creativas, resultan a menudo fraudulentas.
Con un volumen comercial en aumento, las autoridades aduaneras no solo necesitan métodos de inspección más rápidos, sino también herramientas tecnológicamente más avanzadas capaces de proporcionar una identificación química precisa y justificable en el punto de entrada.
Las recientes innovaciones en instrumentos analíticos portátiles responden a esa necesidad. Una nueva generación de sistemas portátiles combina ahora la espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier (FTIR) y la espectroscopia Raman en una única plataforma. Estos sistemas de doble tecnología representan un gran avance en la aplicación de la fiscalización aduanera, ya que permiten a los funcionarios identificar sustancias químicas a partir de una sola muestra, sin necesidad de preparación, y con un nivel de fiabilidad solo posible hasta ahora en entornos de laboratorio.
Fusión de sistemas de espectroscopia : la potencia de dos en uno
La espectroscopia FTIR y la espectroscopia Raman son dos técnicas analíticas consolidadas. Cada una de ellas ofrece ventajas únicas : la primera destaca en la identificación de grupos funcionales y la detección de moléculas polares, mientras que la segunda proporciona información complementaria basada en las vibraciones moleculares y es especialmente eficaz en el análisis de compuestos no polares. Al fusionar estas tecnologías en un único sistema, los funcionarios sobre el terreno pueden capturar una huella molecular más completa de sustancias desconocidas.
La innovación reside no solo en la integración del hardware, sino en el desarrollo de algoritmos que sintetizan e interpretan simultáneamente los datos espectrales de ambas técnicas. Este avance computacional, a menudo impulsado por motores de procesamiento de señales patentados, mejora la precisión, resuelve la identificación de mezclas complejas y reduce significativamente la ambigüedad que puede surgir al depender de un único método. En efecto, esta capacidad de doble confirmación permite a los inspectores validar rápidamente la identidad química, resolver diferencias de clasificación y detectar fraudes, todo ello con un alto grado de confianza científica. Una de las técnicas emergentes y más innovadoras utilizadas en la actualidad se conoce como procesamiento espectral inteligente (SSP).
Clasificación en tiempo real y recuperación de la recaudación gracias a las bibliotecas de productos químicos
En el ámbito aduanero, una de las aplicaciones más inmediatas e impactantes de la espectroscopia doble es la validación de los códigos arancelarios. Incumbe a los funcionarios de aduanas garantizar que los códigos del Sistema Armonizado (SA) declarados en la documentación de envío reflejan con precisión las sustancias químicas que se importan. Para muchos compuestos, especialmente aquellos con diferencias estructurales sutiles o niveles variables de pureza, esta es una tarea que no resulta nada sencilla. Los errores leves de clasificación, ya sean accidentales o deliberados, pueden dar lugar a que el pago de derechos de aduana o de IVA sea insuficiente o propiciar la elusión de aranceles antidumping.
La identificación en tiempo real que se consigue gracias a la integración de la espectroscopia FTIR y Raman permite actualmente al personal aduanero analizar la composición química sobre el terreno, utilizando una sola muestra y sin retrasos en el laboratorio. Esta fusión de técnicas proporciona una huella molecular sólida, lo que permite a los funcionarios verificar si la sustancia en cuestión coincide con la documentación declarada. Ya sea para distinguir entre disolventes de grado técnico y farmacéutico, confirmar la presencia de precursores regulados o evaluar la composición de compuestos industriales especializados, la capacidad de verificar la identidad en el punto de inspección trae directamente consigo una mayor integridad en el ámbito fiscal y una recuperación en materia de recaudación.
Es importante destacar que la amplitud y la calidad de las bibliotecas espectrales integradas de estos sistemas contribuye sobremanera al desempeño de los mismos. Cuanto mayor es la biblioteca mayor es el número de espectros de referencia disponible para la comparación, lo que a su vez aumenta la probabilidad de que una muestra desconocida coincida con un compuesto conocido. Esto no solo acelera el proceso de inspección, sino que reduce la incertidumbre en las decisiones relacionadas con la fiscalización. Si un sistema puede identificar una sustancia de forma rápida y fiable, las decisiones sobre el despacho de las mercancías se toman más rápidamente y no se producen retrasos innecesarios en los envíos lícitos.
Sin embargo, hay situaciones en las que no se obtiene un resultado fiable. En tales casos, los funcionarios de aduanas disponen de dos estrategias prácticas de mitigación. La primera consiste en buscar manualmente en la biblioteca espectral integrada el compuesto que figura en la documentación de envío. Si dicho compuesto existe en la base de datos del sistema, pero el instrumento no lo identifica en la muestra, esta discrepancia puede indicar un error de etiquetado o un intento deliberado de eludir las normas de clasificación aduanera, lo que justifica una investigación más profunda. La segunda opción es remitir los datos espectrales al servicio de asistencia del fabricante o a un laboratorio forense nacional. Estos recursos especializados pueden interpretar tanto los espectros FTIR como los Raman e identificar sustancias desconocidas utilizando software avanzado o bases de datos externas inaccesibles sobre el terreno. Por último, una vez que se ha identificado positivamente la sustancia química, ya sea gracias al servicio de asistencia, al respaldo del laboratorio o a una inspección confirmada, dicha sustancia se puede añadir a la biblioteca integrada en el dispositivo. Al ampliar las capacidades de reconocimiento del sistema, el proceso descrito mejora el desempeño futuro, lo que permite al sistema vincular el compuesto con su código SA correspondiente y, a la larga, reforzar adicionalmente la infraestructura de inspección de las aduanas.
Así pues, las bibliotecas espectrales no se limitan a respaldar identificaciones individuales, constituyen el eje central de una capacidad de fiscalización aduanera en tiempo real que mejora continuamente y cuyo valor aumenta con cada nueva identificación realizada.
Lucha contra el fraude en el IVA y las prácticas antidumping
Más allá de la clasificación, la espectroscopia Raman y FTIR también desempeñan un cometido fundamental en la detección de prácticas evasivas, como el fraude en el IVA y la elusión de medidas antidumping. En muchas jurisdicciones, los tipos impositivos varían en función del grado, la pureza o la formulación de un producto químico. Las empresas que pretenden reducir su obligación tributaria tienden a veces a declarar productos de mayor valor como equivalentes de menor calidad, diluir compuestos para eludir la normativa o presentar sustancias objeto de control como sustancias inocuas.
Gracias a este enfoque de doble tecnología, el personal aduanero puede analizar estos materiales sobre el terreno y determinar si la sustancia declarada coincide con la realidad. Estos sistemas pueden detectar diferencias sutiles que podrían pasar desapercibidas con un único método espectroscópico, revelando así la verdadera naturaleza del envío. Semejante característica se revela especialmente valiosa para detectar casos extremos : formulaciones diluidas, mezclas complejas o sustancias enmascaradas con aditivos para ocultar su identidad. El resultado es una mejor aplicación de las medidas de protección comercial, unas condiciones de mercado más equitativas y una fuente de recaudación aduanera más sólida.
Mejorar la eficacia del despacho sin comprometer los controles
Una de las disyuntivas que se plantean desde hace tiempo en el ámbito de la fiscalización aduanera es el equilibrio entre el control y la eficiencia. La necesidad de enviar muestras para su análisis en el laboratorio puede retrasar el despacho, crear una carga para las empresas y ralentizar el ritmo del comercio legítimo. Gracias al uso de técnicas modernas de espectroscopia, estos obstáculos se eliminan ampliamente con rapidez y confianza. Actualmente, los funcionarios pueden realizar análisis químicos de alta fiabilidad en menos de un minuto, a partir de una sola muestra. Esto acelera el despacho de los envíos lícitos, reduce los retrasos en las inspecciones y permite a los servicios aduaneros recaudar impuestos y aranceles con mayor rapidez. Para los países en los que los derechos de aduana representan una parte importante de la recaudación nacional, acortar la etapa de fiscalización sin sacrificar la precisión supone una revolución.
Orientar la selección en función del riesgo con datos conectados y de alta fidelidad
En el entorno aduanero actual, basado en la información, la eficacia de los modelos de selección en función del riesgo depende de la calidad y la coherencia de los datos recopilados sobre el terreno. Los sistemas de espectroscopia Raman y FTIR, en particular los integrados en plataformas conectadas y desplegables sobre el terreno, desempeñan ahora un papel fundamental en este proceso. Cada inspección genera datos de identificación química de alta fidelidad, que pueden transmitirse automáticamente a través de redes de comunicaciones seguras a los sistemas centrales de gestión y mantenimiento.
Esta arquitectura conectada transforma cada sección individual, desde un puerto marítimo muy transitado hasta un paso fronterizo remoto, en un núcleo dentro un ecosistema de datos unificado. Los resultados de la identificación química, incluidos los resultados positivos, los escaneos inconclusos o los patrones de ausencia de identificación, se pueden incorporar en tiempo real a un número ilimitado de sistemas implementados. Los servicios aduaneros pueden así detectar tendencias más amplias que posiblemente no resulten visibles en una inspección individual. Por ejemplo, la ausencia recurrente de coincidencias esperadas para determinadas sustancias declaradas en múltiples localizaciones puede indicar una nueva táctica de ocultación, un etiquetado deliberadamente erróneo o un plan de evasión coordinado.
Las plataformas de análisis centralizadas pueden incorporar estos datos para perfeccionar los algoritmos de segmentación, respaldar el reconocimiento avanzado de patrones y generar alertas sobre anomalías o riesgos emergentes. Los resultados sobre el terreno se incorporan directamente al marco nacional de inteligencia, lo que permite realizar ajustes dinámicos en los protocolos de control, actualizar las entradas de la biblioteca y optimizar el despliegue de recursos. Al vincular las herramientas de espectroscopia portátiles con la infraestructura de datos en tiempo real, los servicios aduaneros no solo mejoran la precisión de las inspecciones en primera línea, sino que también crean una red de control receptiva y adaptable que evoluciona continuamente con las tácticas del entorno comercial global.
De la innovación al impacto
Lo que hace que este cambio tecnológico sea tan impactante es su capacidad para integrar el grado de certeza del laboratorio en las operaciones de primera línea, permitiendo así que los servicios aduaneros actúen con decisión en el momento oportuno. La combinación de la espectroscopia FTIR y Raman en un único dispositivo portátil, junto con algoritmos de integración de datos en tiempo real, representa un nuevo tipo de herramienta de control que resulta rápida y fiable, y que está en consonancia directa con las prioridades fiscales de la gestión fronteriza moderna. Dado que los servicios aduaneros se enfrentan a un volumen comercial cada vez mayor, a tácticas de contrabando en constante evolución y a restricciones presupuestarias más estrictas, este tipo de innovación no solo es deseable, sino esencial. Los sistemas avanzados combinados de espectroscopia FTIR y Raman desplegados sobre el terreno ofrecen actualmente la posibilidad de hacer cumplir las normas de clasificación, recuperar la recaudación perdida, acelerar el despacho de mercancías lícitas y contribuir a estrategias de selección basadas en datos, todo ello sobre el terreno y en tiempo real.
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[1] https://www.chemicalindustryjournal.co.uk/5-7-trillion-contribution?utm
[2] https://www.marketsandmarkets.com/Market-Reports/global-chemical-industry-outlook-89294716.html?utm
[3] https://www.epa.gov/chemical-data-reporting/chemical-production-data?utm
[4] https://www.sciencedaily.com/releases/2023/07/230711133230.htm
Como vicepresidente de North America and Strategic Marketing, John Johnson supervisa la dirección estratégica y la adopción en el mercado de los sistemas portátiles 908 Devices, especialmente la espectrometría de masas, la espectroscopia Raman y la espectroscopia FTIR. John ha desempeñado numerosas funciones a lo largo de sus 30 años de carrera en el ámbito de la seguridad pública, habiendo lanzado 17 productos diferentes en más de 61 países y trabajado con más de 500 organizaciones empresariales de seguridad pública. Desde 2001, sus esfuerzos se encaminan a cambiar la mentalidad y promover la aceptación de nuevas soluciones tecnológicas para la identificación de explosivos, armas químicas y narcóticos, llevando sobre el terreno la tecnología utilizada en los laboratorios forenses, incluyendo la espectrometría de masas, la espectrometría FTIR, la espectrometría Raman y el análisis rápido del ADN. Su influencia en estos ámbitos ha propiciado prácticas normalizadas en esta rama de la industria y procurado una amplia adopción de esta tecnología, con el objetivo siempre presente de mejorar los resultados en materia de seguridad pública.